viernes, 15 de abril de 2011

Sobre el arte de la esgrima.

¿Hay algo más evocador de un pasado legendario que las antiguas armas blancas, y en especial las espadas? Nos traen a la mente algo sobre el valor y la destreza personales, ideas individualistas acerca de la lucha y del arrojo... Pensamientos románticos, en suma. En realidad, otro motivo más que tuve para comenzar a trazar una ambientación sobre relato gótico-histórico en la época de 1490-1550 y no en otra es precisamente la gran variedad de armas blancas que había en aquellos tiempos, algunas de formas verdaderamente exóticas, que pudieran sólo con su presencia inspirar a algún pacífico jugador a ponerse en la piel de un aguerrido aventurero. De entre estas armas, algunas, como la espada ropera, estaban comenzando prácticamente su andadura, mientras que otras irían con el tiempo desapareciendo de los campos de batalla o al menos haciéndose más raras o de presencia "testimonial" (como las lanzas de caballería y los espadones a dos manos). Así que en aquellos días mientras se experimentaba con nuevas formas de esgrima, que darían pie a futuras y distintas escuelas, aún se practicaban formas que hoy consideraríamos "antiguas" o mejor dicho "medievales".

Valgan estas líneas como introducción a los primeros vídeos que pongo en este Blog. Son de la organización alemana Gladiatores, dedicada a la práctica y recreación de las "Historische Europäische Kampfkünste" (artes marciales históricas europeas), investigadas a partir de viejos manuales, dibujos y textos, y rescatadas del abandono en el que las sumieron primero la esgrima moderna y luego la "deportiva" derivada de esta. En ellos, algunos de sus miembros hacen presentaciones (con movimientos demostrativos y ensayados) de diversas técnicas y armas. Que los disfrutéis, más abajo os aguarda algún comentario más...









¿Impresionantes, verdad? Si no conocíais estas imágenes (tienen un par de años, a fin de cuentas) y no tenéis noticia de alguna de estas asociaciones, como la Asociación Española de Esgrima Antigua, es posible que os hayan sorprendido. Desde luego y como decía más arriba, se trata de presentaciones y no de "combate libre" (que además sin protecciones sería, lógicamente, peligrosísimo) pero aún así muestran unos encuentros ágiles y dinámicos, muy alejados de los típicos convencionalismos sobre la lucha medieval que, además de estar llenos de falsedades, suelen ser, curiosamente, muy negativos. En la Web de la ya mencionada AEEA podemos leer un completo texto capaz de despejar bastantes dudas acerca de estas reiteradas falsedades y las realidades que ocultan.

Si bien la mayoría de roleros que conozco no me parecen muy entusiastas de liarse a espadazos que digamos, seguro que estas imágenes os resultarán tan inspiradoras de cara a imaginar un lance de espada para vuestra próxima partida como a mí, y espero que nos ayuden a describirlo. Este enlace a las imágenes del famoso Fechtbuch (libro de esgrima) del maestro Joachim Meyer, ofrecido por el Higgings Armoury Sword Guild de Worcester, Massachusetts (USA) nos servirá también para ello. Y especialmente bien en el caso de FUDGE Feldkirch, pues el libro, publicado por primera vez en 1570, muestra las enseñanzas de un maestro que fallecería al año siguiente (1571) dejando constancia de las técnicas y estilos que había conocido y practicado en los años anteriores.

jueves, 7 de abril de 2011

Los estudiantes de Praga.

Los secretos eran y estaban bien guardados. Según decían, los secretos estaban depositados en Praga, ciudad que era, por excelencia, el emporio de lo mágico y lo secreto. Allá marcharon, por los caminos revueltos de la Europa del quinientos tres, mozos gentiles y andadores y deseosos de lo oculto. Estos mozos se llamaban Johannes Faust, bachiller (...), Theophrastus Bombastus, llamado Paracelso, y Cornelius Agrippa. Los tres querían convertirse en magos y, para ello, estaban dispuestos a someterse a las más duras pruebas y seguir las más rigurosas disciplinas. Cuando llegaron a Praga en una melancólica tarde de Octubre, lo primero que hicieron fue visitar la catedral de Sant Veit, en donde se hallaba la tumba de San Juan Nepomuceno (...). Después, ajustándose sus gorras coloradas y alegremente rematadas con cintillas y plumas de faisán, contemplaron, desde el puente ornamentado con las estatuas de los santos, el curso remansado y ancho del Vlatava.

En Praga, los tres estudiantes aprendieron mucho del abate Tritheim, que fue discípulo de Alberto el grande. Tritheim, autor de la "Poligraphia Cabbalistica" y hombre de palabra aflautada, les dijo una vez:

-Al vulgo habladle siempre de cosas vulgares. Guardad para vuestros amigos el secreto de un orden más alto. Dad alfalfa a los bueyes y azúcar a los loros. Si no comprendéis lo que os quiero decir, seréis, como tan a menudo acontece, pisoteados por los bueyes.
Joan Perucho, "El Secreto de los Magos", introducción a su edición del "Diccionario Infernal" de Collin de Plancy.