martes, 27 de abril de 2010

De la buena o mala mesa.

Que no es lo mismo comer en casa de un campesino que en la de un marqués, o en la mesa del criado o en la del amo, es cosa evidente. Que las diferencias están en algo más que en lo superficial, no lo es tanto.

Modales en la mesa.
¿Modales en la mesa? Seguramente al lector le venga a la mente alguna imagen de Enrique VIII o Carlos I limpiándose con la manga la barbilla goteante de grasa de cerdo y lanzando al suelo por encima de su hombro un hueso que será presa de varios perros.

En realidad, desde mucho antes del siglo XVI, los modales en la mesa en nuestra cultura no han cambiado en lo básico. La persona bien educada de ese siglo, sentada a la mesa, no se rasca, ni escupe ni abre la boca llena de comida, no sorbe la sopa y no se hurga entre los dientes con las uñas ni el cuchillo, pues para eso están los escarbadientes. Y cuando está en una comida informal relaja sus modales igual que hoy. Pero claro, estoy hablando de la persona bien educada, y estamos en una época en la que eso no abunda, y en la que los modales de una persona, en la mesa o no, dicen bastante acerca de ella. Me refiero a la época del juego, ejem...

"¿Qué habéis querido decir con "guarrete", madame?"

Resumiendo, en general un príncipe tendrá modales principescos y un rústico, pues rústicos. Ahora bien, algunas cosas sí han cambiado...

No se considera de mala educación llevarse la comida a la boca con la mano o con el cuchillo, básicamente porque los tenedores son unos objetos de bastante buen tamaño que manejan cocineros y trinchantes y en modo alguno un cubierto para la mesa. En una comida informal cada comensal irá cortando con su cuchillo de los alimentos que se haya servido llevándoselos a la boca con la mano, y por el contrario en un banquete habrá un trinchante que cortará las viandas para cada invitado tras llevarlas a la mesa y se las servirá en el plato, en porciones pequeñas que se puedan coger cómodamente. Efectivamente, en cualquiera de los dos casos, las manos seguramente se le pongan perdidas de salsas a nuestro comensal, pero las servilletas y pañuelos no son un invento tan moderno como algunos piensan. En el caso del invitado al banquete, unos tazones de agua dispuestos en la mesa le permitirán además enjuagarse las manos.

(Por cierto, encontré hace poco un texto atribuido a Leonardo da Vinci en el cual se dan algunas recomendaciones sobre buenos modales en la mesa, supuestamente basados en las observaciones de malas conductas observadas por el autor mismo. Aunque tiene bastante circulación en Internet, es importante señalar que es absolutamente falso y apócrifo, y de hecho absurdo. Ni nadie va a sentarse encima ni debajo de la mesa, ni va a comer con una armadura puesta, ni se va a sacar cosas de la boca y a dejarlas en ningún sitio, a no ser que estemos en la torre de los locos.) Pero dejemos ya los buenos modales o su ausencia y pasemos a las costumbres en cuanto al comer.

Desayunando.
Comer nada más levantarse de la cama, si uno no está enfermo o no es un niño, no puede ser signo de mayor pereza y falta de determinación. Es normal entre el campesinado empezar el día con alguna colación de pan o algún guisote, pero entre villanos o nobles, y en general entre quienes no vayan a realizar trabajos pesados, un vaso de leche o de aguardiente y como mucho algún torrezno son más que suficientes. A media mañana, sobre todo el que come tarde, no es raro que tome otro bocado más consistente.

Comida y cena.
Hacia el mediodía se hace la primera colación verdaderamente importante del día, y a la tarde, acabadas las tareas, la más fuerte. Hay que tener en cuenta que la puesta del Sol da por terminadas la mayoría de actividades y desde luego el trabajo en el campo, así que el inicio de la noche reúne a la gente en casa, cuando no les alcanza ya allí. Las horas de oscuridad son mayormente las de sueño, y de ahí la costumbre de cenar pronto (que en España hemos ido perdiendo).

Alimentos cotidianos.
Los cereales y legumbres son la base de la alimentación de la gente. El pan, sea de trigo, de centeno o de otros cereales, no es sólo un alimento usado para acompañar la comida, sino que se toma una buena ración al día, con menos cantidad de otros alimentos para acompañarlo. También son bastante habituales los platos de cuchara, servidos en platos hondos y escudillas, como los guisos de granos de centeno cocidos con garbanzos o de arroz con habas, la española olla podrida, distintos tipos de gachas, diversas sopas de cereales y verduras en las que se añaden salsas (a veces de leche) o sobre las que se rallan quesos, y los purés tan corrientes sobre todo al Norte de Europa. También son muy habituales las hortalizas como el nabo, la calabaza, la cebolla, el pepino, la berenjena y otras de ese estilo. Frutas diversas como la manzana, la pera o el melón son bien conocidas. Y ya que he mencionado los quesos, hay que decir que pueden ser de tantas variedades como procedencias y que junto con los huevos son los productos animales más consumidos en la dieta del humilde, siendo en general mucho menos abundantes que los de origen vegetal.

"¿Cómo? ¿Que no eran para comer, sino para pintar un cuadro? Pues habérmelo dicho antes..."

La carne es cara y salvo algún asado de cordero o vaca en raras ocasiones festivas, la que consume el pueblo cuando lo hace suele ser tocino, casquería o embutidos, aparte de alguna gallina o pollo, que se añaden cuando se puede a los guisos: Unos guisantes con tocino o unas judías con chorizo no son nada despreciables... Al contrario que un plato de lentejas, la más pobre de las legumbres, considerada poco alimenticia y melancólica (literalmente: alimenta la bilis negra). La manteca de cerdo se usa en toda la cristiandad para cocinar, y sólo en las Españas y en los reinos de Italia se ha extendido la costumbre árabe de usar el aceite de oliva, si bien no suele hacerse cotidianamente.

En cuanto al pescado, fresco o adobado es muy común en las zonas costeras, formando parte de la dieta de sus habitantes y dando lugar a platos como la bullabesa provenzal. Pero en las tierras de interior el pescado es mucho menos habitual: El de mar prácticamente sólo puede consumirse seco o salado y aún así resulta relativamente caro. El de río no suele formar parte de la venta de los mercados, pero si se tiene tiempo para pescar (y se consigue permiso, que a veces hay que pedirlo) no es una mala opción asarse un par de truchas veteadas de panceta de cerdo de vez en cuando. El garum, salsa hecha a partir de vísceras de pescado fermentadas, de origen romano y muy querido en las cocinas moras sofisticadas durante toda la Edad Media, no llega a convencer a los cristianos tampoco en esta época.

Especias.
Antonio de Torquemada (no se confunda con el Inquisidor) defiende en sus "Coloquios Satíricos" de 1553 que las generaciones anteriores de gentilhombres españoles eran de gustos muy sencillos a la mesa. Y añade:

Agora ya no se entiende en sus casas de los señores sino en hazer provisión de cosas exquisitas. Y si con esto se contentasen, no avría tanto de que maravillarnos, pero es cosa de ver los platillos, los potages, las frutas en sartén, las tortadas, en que van mezcladas cien cosas tan diferentes las unas de las otras que la diversidad y contrariedad dellas las haze que en nuestro estómago estén peleando para la digistión. Y es tanto lo que en esto se gasta que a mi juycio ha encarecido las especias, la manteca, la miel y la açúcar, porque todo va cargado dello y, como comen a la flamenca, con cada servicio que llevan va un platillo déstos para los hombres golosos, y con no tocarse algunas vezes en ellos, tienen mayor costa que toda la comida.

No sería raro que este autor, nacido según se cree en 1507, perciba modas "flamencas" en cuanto a la comida, pero también parece exagerar, ya que aunque la mayoría de los platos se elaboran con una gran cantidad de especias, esta costumbre es de origen medieval.

Seguramente las especias más habituales sean la pimienta, el cilantro, la alcaravea, el tomillo, el clavo y la canela. En cuestión de postres, el agua de rosas también es bien conocida como condimento, sobre todo en países bajo la influencia musulmana, como los dominios del Imperio Otomano.

El azúcar es también a su manera una especia, pues se utiliza en todo tipo de platos, aunque es relativamente caro y por lo tanto sólo de uso cotidiano en casas adineradas, mientras los humildes suelen endulzar las viandas con miel. En cuanto a la sal, se utiliza para cocinar a todos los niveles, pero no siendo un lujo no es tampoco verdaderamente barata, así que en lugares como posadas o mesones no se suele llevar a la mesa a menos que alguien la pida.

Sobre manjares varios.
Algunos alimentos más sofisticados forman parte de la mesa habitual de los burgueses y villanos, o casual de los pobres. Un ejemplo serían las empanadas y tartaletas de la más variada condición, bastante populares. En Italia es bien conocida la pasta, hecha de trigo, la cual ha llegado al litoral mediterráneo español (al menos los fideos), y al Sur del Sacro Imperio, principalmente Suiza y el Oeste de Austria, donde en buenos trozos forma parte de algunas sopas. En diversos países se elabora algún tipo de crêpe o "fruta de sartén", con harina y leche, huevos o incluso sangre de cerdo, como las filloas de sangue gallegas. Las almojábanas o toronjas son similares a esto último, pero hechas de requesón y huevos. El almodrote, un guisote a modo de salsa de queso, aceite y ajos majados con huevos, carne de ave, alguna hortaliza u otros ingredientes, también es propio de las Españas, aunque conoce variantes moras e incluso turcas.

Cornelis Anthonisz, "Banquete de la Milicia Ciudadana de Amsterdam", 1533.
Hubo para todos...

Alimentos de las Indias Occidentales.
A partir del mismo descubrimiento de las Américas, algunos alimentos de allí traídos se hicieron hueco en las cocinas y mesas europeas, como el pimiento, la patata y el tomate. Sin embargo, no se han impuesto como productos habituales sino que se usan casualmente o en determinados platos, utilizándose sobre todo los dos primeros para enriquecer recetas ya existentes. Además, a veces, por su novedad provocan recelos. Por ejemplo, el tomate, llamado "manzana de oro" por su color dorado (sí, entonces no eran rojos) no suele ser considerado comestible fuera de la Península Ibérica, y en Francia hay un verdadero horror por la patata, que allí dicen es venenosa. El maíz, también llegado de las nuevas tierras, va hallando lentamente acomodo como cultivo en zonas como Galicia y desde allí, ya hacia mediados de siglo, pasa a cultivarse en Nápoles y otros países. Los conquistadores, por su parte, llevan a las Américas el trigo, el arroz, el café, la caña de azúcar, los cítricos y numerosas especias.

Ayunos y abstinencias en la cocina cristiana.
Durante la Cuaresma se da tanto entre los católicos como entre los ortodoxos un ayuno parcial, y entre los primeros una abstinencia de carne los viernes de Cuaresma, el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, que algunos, pese a no estar obligados, extienden a la Cuaresma entera... Si bien, si lo hacen por necesidad y no por elección, no aporta nada a su salvación espiritual, como es lógico.

A veces, ha habido fieles que, en esos días, se han visto en problemas a la hora de comer cumpliendo los preceptos. Los sacerdotes cristianos que se hallan en las Indias Occidentales han decidido considerar pescado a las iguanas que en ocasiones los conquistadores se ven obligados a cazar para alimentarse. En cuanto al castor, considerado pescado por vivir en los ríos, llegó en ciertas épocas a verse como una buena pieza de caza para consumir en Cuaresma y, no habiendo sido nunca demasiado numeroso, hoy ha desaparecido completamente, aniquilado, de muchos ríos de Europa en los que habitaba.

La cocina debe tener en cuenta estas particularidades, y así han surgido ingeniosas recetas que, incluyendo en teoría carne, la sustituyen por pescado u otros ingredientes. A veces, sobre todo en banquetes de poderosos celebrados impíamente en estas fechas, esos platos han llegado a ser aún más sofisticados y ostentosos que si estuvieran realizados con carne. Además, pese a que desde 1491 la Cuaresma es mucho más soportable al estar permitido tomar productos lácteos y huevos, en cualquier caso y si se tienen medios existe la posibilidad de pagar una cara indulgencia a la Iglesia y comer carne igualmente...

La mesa del rico.
Y ya que he mencionado la cocina y la mesa del rico, paso a hablar de ellas. El ingrediente principal de la comida del rico es la carne, en torno a la cual gira el resto de los alimentos, y quien puede hacerlo evita tomar comidas que no la contengan, ya sea en forma de asados suculentos o como parte de arteletes, empanadas de hojaldre, escabeches o guisos sofisticados.

Fragmento de una pintura de Jörg Breu el Viejo. El invitado del jubón negro es Jacob Fugger.

Las carnes más valoradas son el carnero y la caza, tanto aves como venado y otros. En cualquier caso, todas son sanas, pues los galenos aseguran que es muy buena para que el cuerpo produzca sangre. Sí es cierto que, según algunos de estos sabios, su ingesta desmesurada puede tener que ver con algunas dolencias como la gota, precisamente llamada "la enfermedad de los reyes", pero aún así la falta de acuerdo a este respecto y la propia costumbre indican a los poderosos que no es buena cosa moderar su consumo.

El uso de azúcar y especias se dispara en casa del poderoso, pues son importantes las salsas que las incluyen en gran cantidad, como acompañamiento de los platos. Algunas golosinas, como el llamado manjar blanco (crema de leche y harina de arroz a veces en dulce o a veces con hebras de pollo cocido u otros ingredientes) pueden comerse como acompañamiento de diversos platos, a modo de salsa, o por su cuenta.

Sobre las salsas.
Había una salsa para pavo real y para grulla que llevaba un sofrito de tocino y cebolla, caldo de gallina, almendras frescas picadas, agraz de limones, naranjas amargas o granadas, azúcar y miel, nuez del paraíso, clavo de olor, canela, jengibre y la grasa de las aves asadas.

La salsa camelina era picante. Se hacía con leche de almendra preparada con caldo de ave, hígado de gallina picado, azúcar, vino de granadas, vinagre tinto, canela y abundancia de jengibre, clavo, nuez moscada, nuez del paraíso y la grasa de las gallinas asadas.

Otra salsa llamada salvagina, especial para grullas asadas, llevaba pan tostado bañado en vinagre, pimienta, jengibre, clavo, nuez moscada, mezclado con caldo de buey, azafrán, leche de almendra y carne picada de la propia grulla. Esta salsa para caza se encuentra en los recetarios romanos bajo el nombre de "piperatum". Los romanos la aconsejaban para acompañar el jabalí.
Xavier Domingo, "La Cocina Precolombina en España", en el libro "Conquista y comida: Consecuencias del encuentro entre dos mundos".

Sobre los banquetes.
Ya hemos hecho referencia a los banquetes en los que los poderosos se hacían servir estos manjares. Lógicamente sólo se celebran en grandes ocasiones, pero en el palacio de un rey todas las comidas han de parecer un banquete. La comida empieza con frutas y otros entrantes (la fruta, también entre los pobres, es por donde se empieza en las comidas). El ritual cortesano borgoñón (el de nuestro Rey) exige que a la mesa se presenten un cierto número de platos, unos diez o doce, a la vez, de los que cada comensal se pueda servir según su gusto. Primero llegan platos considerados "ligeros", las menores piezas de caza. Luego, los pescados, a continuación, los hojaldres y pasteles de carne, y al fin los asados y las grandes fuentes de carne cocida.

"Vamos, que esta grulla no se va a servir sola, aunque lo parezca."

Ni que decir tiene que en un banquete no todo es comer, y que la diversión, la bebida y la música también son necesarias, así que todo noble que se precie y que quiera dar un banquete digno de su nombre y difícil de superar por sus ilustres invitados deberá buscar un buen organizador de ceremonias. De eso ya se hablará en alguna ocasión, pero baste decir que la presentación de los platos, con pavos reales asados presentados cubiertos con su piel entera y montados en un armazón de alambre "como vivos", o los platos y ollas de los que escapan literalmente pajarillos volando, son un buen lugar por el que empezar, en ese sentido...

Algunas recetillas...
He usado como una de mis fuentes, y no de las menos importantes, esta Web que incluye, de hecho, alguna receta que otra. Como me imagino que a estas alturas se os habrá abierto el apetito, y para que os quitéis el sabor de boca del gato asado, aquí os dejo esta empanada de conejo, este manjar blanco, y estas frutas en sartén.

miércoles, 21 de abril de 2010

Receta del gato asado.

Receta del gato asado.
El gato que esté gordo tomarás, y degollarlo has, y después de muerto cortarle la cabeza, y echarla a mal porque no es para comer, que se dice que comiendo de los sesos podría perder el seso y el juicio el que comiese.
Después desollarlo muy limpiamente, y abrirlo y limpiarlo bien, y después envolverlo en un trapo de lino limpio y soterrarlo debajo de tierra donde ha de estar un día y una noche, y después sacarlo de allí y ponerlo a asar en un asador, y asarlo al fuego, y comenzándose a asar, untarlo con buen ajo y aceite, y en acabándolo de untar, azotarlo bien con una verdasca, y esto se ha de hacer hasta que esté bien asado, untándolo y azotándolo, y cuando esté asado cortarlo como si fuese conejo o cabrito y ponerlo en un plato grande, y tomar del ajo y aceite desatado un buen caldo de manera que sea bien ralo, y échalo sobre el gato y puedes comer de él porque es buena vianda.
Ruperto de Nola, "Llibre de Coch", escrito antes de 1491, primera edición impresa en 1520, en Barcelona.

Y no, no me he vuelto loco, simplemente es que estoy a la busca de materiales para terminar una entrada sobre viandas y platos, y he encontrado esto...

Editado el 27 de Abril: Aquí tenéis la entrada anunciada. Veamos si ahí consigo presentaros algún plato más agradable que este...

lunes, 19 de abril de 2010

El estilo noble.

Prosiguiendo con el "saqueo" que le estoy haciendo a la Web Life in Elizabethan England, y que comencé en la entrada anterior, ofrezco alguna macarrónica traducción más de algún fragmento que nos pueda ser interesante. En la anterior entrada, buscando claves útiles para la interpretación, se dieron ideas acerca de la relación entre personajes nobles y personajes sirvientes, centrándome más o menos en los segundos. Hoy intento aclarar algún punto acerca de la forma de conducirse y pensar de los primeros.


Precedencia.
La precendencia depende de tu rango, según esté por encima o por debajo (o por delante o detrás) del de otra gente. Un conde tiene precendencia sobre un barón, un barón sobre un caballero, y demás. Esto vale para decir si va a sentarse a la cena primero, o si le van a cortar la cabeza primero, lo que sea.

Las mujeres solteras preceden a sus padres, y las casadas a sus maridos, con algunas excepciones. A una condesa viuda que se casa con un mero caballero, en cualquier caso, se le puede permitir por cortesía conservar su título de condesa, pero eso no convierte a su marido en conde, a no ser por concesión real.

Estrictamente la precedencia depende del nacimiento (o del matrimonio), no del dinero, de las tierras o de la simpatía de la Reina (...).

Añado por mi cuenta un ejemplo literario para recalcar el peso que tiene el reconocimiento del rango mediante el tratamiento y la precedencia. Aunque es también de una fuente que hace referencia a una época algo más moderna, nos será igualmente útil en este caso:

(...) En Nápoles el conde de Lemos y don Juan de Zúñiga habían llegado a meter mano a las toledanas, ellos y su séquito y hasta criados, y que ciento cincuenta aceros se desnudaron aquel día porque el uno llamó al otro señoría en vez de excelencia, y el otro vuesa merced en vez de señoría (...).
Arturo Pérez-Reverte, "El Sol de Breda".

Siguiendo con el texto de Life in Elizabethan England:

Prebendas.
Las prebendas pueden ser cargos, concesiones, monopolios, dones y otros "beneficios" de la vida cortesana. Una razón principal para que la gente frecuente la corte es hacerse con prebendas (o "prosperar") (...).

Perder alguna prebenda no implica una pérdida en la precedencia, a no ser que pierdas un cargo que la concediera. Un conde sigue siendo un conde, a no ser que sea desposeído de su título. (...)

Desposesión.
Se puede desposeer a una persona o familia de un título noble, junto con alguno o todos los derechos y privilegios que tuviera debido a ello, por traición. La Corona puede mediante una declaración (o mandato) de desposesión privarte a ti y a tu familia de tierras y bienes así como de tu rango y título, y posiblemente de tu vida. (...)

Honor y duelo.
En ningún sitio se describe mejor que en "Crisis of the Aristocracy" de Lawrence Stone:

"Los estribos eran cortos y las armas fáciles de blandir. Las características básicas de la nobleza, como aquellas de los pobres, eran la ferocidad y la infantil falta de autocontrol."

Llamar a alguien mentiroso o, por lo demás, cuestionar su honor, su coraje o su nombre es un desafío en sí mismo.

(...) Si estás lo suficientemente furioso, puedes no esperar a un duelo, o ni siquiera a una lucha justa. Uno (o varios) de tus hombres podrían montar una emboscada. La gente era muerta de este modo constantemente, aunque a menudo fueran los sirvientes del caballero los que sufrieran lo peor del ataque.

Sir John Hawkins fue asesinado por alguien que le confundió con Sir Christopher Hatton. Sir Drew Drury fue muerto en una disputa sobre la precedencia.

Engrasando las ruedas.
Enviar o recibir regalos (¡Nunca dinero!) a cambio de recientes o futuros favores es una práctica común a todo lo largo y ancho de la sociedad cortesana.

Esto no se considera un rasgo de corrupción. Simplemente es así cómo funcionan las cosas. De hecho, el sistema no se mantendría sin esto.

No hay una excesiva falta de delicadeza en definir qué sería un regalo aceptable, incluso nombrando "un hermoso perro" o cualquier tipo de halcón.

Las codornices son una excelente delicadeza, y se pueden usar para adornar una petición, atraer la atención, o alejar cóleras. (En la década de 1540, Lord Lisle las compraba en grandes cantidades para regalarlas por docenas.)

Puedes enviar un regalo simplemente para hacer ver a alguien importante que estás ahí, incluso sin tener una petición o favor específicos en mente. Ya te lo deberán.

Otra nota: Un ejemplo aclaratorio de esta costumbre de presentarse "agradando" lo tenemos en una fuente tan de sobra conocida como el cuento infantil "El Gato con Botas" de Perrault, cuando el gato se gana la buena disposición del Rey al haberle presentado sus respetos habitualmente, piezas de caza mediante:

Al oír el grito, el Rey asomó la cabeza por la portezuela y, reconociendo al gato que tantas veces le había llevado caza, ordenó a sus guardias que acudieran rápidamente a socorrer al Marqués de Carabás.

Volviendo al texto de Life in Elizabethan England:

Se le puede pasar una petición a otra persona. Por ejemplo: "Amigo mío, si le enviárais a mi señor de Leicester ese sabueso vuestro que tanto admira, sabrá que viene de vuestra parte y que yo os lo sugerí. Tanto él como yo estaremos en deuda con vos, y él lo estará conmigo." ¿Lo pillas?

Los tipos más comunes de "douceurs" (regalitos) incluyen:

• Caza (Muy a menudo codornices o venados).
Incluye cualquier tipo de aves, como garzas, chorlitos o grullas, así como piezas tales como cabeza de jabalí, puerco salvaje, esturión o salmón. Se pueden presentar ya guisadas o el animal enjaulado, según sea apropiado.
• Vinos. (...)
• Halcones. Cualquier tipo de halcón resulta apropiado. También lo son las aves canoras, como los pardillos.
• Perros de caza. Mastines, perros talbot, sabuesos, galgos y otros.
• Libros raros o especiales. Manuscritos en griego o latín, traducciones del árabe o del hebreo, y ciertos textos devocionales.
• Productos caseros como mermeladas, cerveza y miel.

viernes, 16 de abril de 2010

Amos y Sirvientes.

Buscando alguna ayuda de cara a la interpretación de amos y sirvientes (y de la interacción de unos con otros) en épocas de una sociedad de clases he encontrado la Web Life in Elizabethan England, "A Compendium of Common Knowledge 1558-1603", firmada por Maggie Secara, y subtitulada "lugares comunes isabelinos para escritores, actores y re-enactors". Efectivamente, solo falta "roleros", pero se puede entender la utilidad del recurso en cuestión. El único problema que tiene la información de esa Web es por un lado lo localista que resulta, y por otro que, como ya habréis notado, se escapa un tanto de la época que estoy usando como trasfondo de este Blog.

No obstante, bastante material puede ser utilizado, así que me he permitido traducir (libérrimamente) algunos fragmentos sobre el tema particular que me interesaba.

Terminología.
Los criados son, como término genérico, los hombres del servicio doméstico: Criados del establo, de cámara, etc... Las mujeres del mismo tipo son llamadas doncellas o sirvientas: De la cocina, de cámara, de la despensa, etc... La mayoría de los sirvientes en una casa son hombres, incluido el cocinero.

"Asistente personal" es un término descriptivo, pero no el nombre de un puesto de trabajo. En general, los sirvientes personales (de cualquier rango) se consideran aparte de los criados de la casa.

(...) Como verbo, se puede decir que sirves a, o atiendes a, (pero no "trabajas para") alguien.

Actitudes generales.
La reputación, o prestigio, tiene que ver con la dignidad o el honor de uno. La condesa Frances de Sussex dijo una vez (1588) "mi reputación es para mí más que mi vida".

Un sirviente y un amo se esfuerzan por darse prestigio el uno al otro. Como gentilmujer, es inapropiado para tu dignidad llevar la cesta de la compra. Como la doncella de esa dama, es inapropiado para tu dignidad dejar que la lleve.

Como gentilhombre, se ajusta a tu dignidad vestirte y vestir a tus sirvientes correctamente. Como sirviente, das a tu amo reputación con tu buena apariencia y comportamiento. Sir Thomas Smith dijo, "un caballero debe ir como un caballero". La gente no viste a sus sirvientes con harapos.

Los sirvientes no son demócratas. En general, aprueban el orden social, así como lo hacen sus amos. Y se intentan aprovechar de él.

Un sirviente de una buena casa espera (si es listo) prosperar en la vida, mejorar su fortuna, y conseguir un lugar mejor para sus hijos. Un mozo de cuadras puede aspirar a ser mayordomo o senescal en la misma casa o en otra mayor. El pinche puede tener esperanzas de de llegar a ser algún día jefe de cocinas.

Los sirvientes reciben dinero de cualquiera. Aceptarán una dádiva (propina) por cualquier servicio prestado ("Aquí tienes un maravedí para que bebas a mi salud"). O un "douceur" (regalito) por un favor pedido. Esperan que se les gratifique por entregar un regalo o un mensaje. Sus amos están al tanto de esto, y hacen lo propio con los sirvientes de otras personas.

Esto no se considera deshonesto a no ser que las lealtades se confundan o comprometan. Todo se compensa.

El buen sirviente, como el buen camarero, es atento. El mejor sirviente es incluso un poco telépata. Está ahí cuando lo necesitas pero nunca agobia. Encuentra una ocupación virtuosa cuando desapareces. Nunca se muestra lascivo ni vanidoso, sino que siempre mantiene un semblante respetable, para reputación de su amo. Es modesto pero nunca ansioso, humilde pero nunca abyecto, franco pero nunca insolente.

El buen amo es orgulloso pero nunca despótico. Es paciente, gobernando su casa con cuidado paternal. No retuerce tu sincero deseo de servir en un sincero deseo de atizarle. Te deja trabajar. Mantiene la posición superior que Dios le ha dado mediante un comportamiento honorable, no mediante discusiones.

Formas de dirigirse a quienes no son nobles.
(...) Para dirigirte a la multitud, di "buen pueblo" o "buenas gentes", pero no "señores". (...)

El estilo noble.
La primera prueba de rango y nobleza es la liberalidad. La gente quiere ser conocida por su hospitalidad. La idea es una casa importante, llena de sirvientes, una mesa espléndida donde todo el mundo es bienvenido.

Una mayor prueba de liberalidad, la "sopa boba" (las sobras de la comida), es dada por costumbre a los pobres a las puertas de la cocina (a propósito, eso cuenta como "buenas acciones").

Como un gran cumplido, se dijo del tercer earl (equivalente a conde) de Derby: "Su casa al completo siempre estaba atendida".

Esto tiene que ser atemperado por la necesidad de vivir dentro de los ingresos de uno y evitando presionar a los arrendatarios para conseguir las ganancias. ¡El earl y la condesa de Rutland se dejaron llevar tanto que tuvieron que administrarse con un presupuesto de 200 libras al año!

Cuando se habla de ingresos generalmente se habla de rentas, así que no se cuentan los beneficios de cargos, industrias, los propios cultivos del señor, sobornos o "regalitos" y la venta de cargos.

Muy pocos nobles tienen una noción exacta de sus ingresos completos, brutos o netos. Para eso precisamente es para lo que se tiene sirvientes.

jueves, 15 de abril de 2010

Armaduras y protecciones (02).

Segunda parte de la descripción de las armaduras y protecciones del Renacimiento. En esta ocasión, menciono armaduras algo más inusuales además de otras protecciones.

• Armaduras.
Armadura de cota de malla. Esta armadura está compuesta por una malla metálica. La mejora en la producción de protecciones de cuero, más ligeras (las de malla pueden pesar entre 14 y 20 kilos) y el uso de las corazas ha dejado anticuadas este tipo de armaduras. Se hallan pues en desuso en Europa, salvo como parte de una armadura de tres cuartos o dedicadas a cubrir solo alguna parte del cuerpo, como el cuello. Sólo se les sigue dando uso habitual en algunos países orientales y entre los turcos, que suelen rechazar la coraza, ya que dado el clima de sus países, prefieren protecciones más ligeras.

Un problema principal de la cota de malla es que con el tiempo se han desarrollado bastantes armas específicas para enfrentarse a ella. El estoque, la daga "perce-maille" y la alabarda llamada spetum, e incluso una flecha disparada por un arco largo a corta distancia, tienen facilidad para atravesar la cota de malla (las reglas del estoque se explican en esta entrada).

Protección: +2. Llevarla da un modificador de +2 a la Dificultad de las Tiradas de Nadar y Acrobacias y un +1 a las de Trepar. Además, reduce la velocidad de movimiento en aproximadamente un cuarto (3,5 metros por turno de combate andando, 9 metros corriendo).

Armadura de cota de malla pesada. Algunas cotas de malla, reforzadas y bastante más resistentes que las que hoy pueden encontrarse en occidente, aparecen entre los otomanos no muy usualmente, sobre todo entre los Spahis turcos, algo así como los caballeros feudales del Sultán.

Esta armadura se considera tan resistente como la de tres cuartos (Protección: +3) pero tiene todos los defectos de la cota de mallas normal. Además, es inencontrable salvo, naturalmente, en los campos de batalla...

Una armadura de jinete otomano, hacia 1550.

• Escudos.
Rodela. La rodela es un escudo redondo y algo convexo tamaño no muy grande, más de 50 centímetros de diámetro y menos de 70, con un peso de alrededor de 4 kilos, construido absolutamente de metal y con solo un asa, puesto que no se sujeta al brazo, sino que simplemente se sujeta con la mano. Si es de madera, con un borde de metal, se llama broquel. Este es el escudo que da nombre a los rodeleros, soldados armados de espada y rodela, propios de los ejércitos españoles. Las rodelas más lujosas están recubiertas de cuero repujado o incluso de terciopelo, o su superficie estará labrada con imágenes.

Modificador de -1 a la tirada de la Habilidad de Combate Cuerpo a Cuerpo del enemigo para alcanzar al portador de la rodela. No presta ningún modificador contra armas de proyectiles.

Una rodela conservada en el Museo Lázaro Galdiano, Madrid.

Escudo (de caballería o adarga). El escudo de caballería es el utilizado por la nobiliar caballería pesada de origen medieval. Es grande y pesado y necesita varias correas en la parte de atrás para que el portador lo embrace. Los nobles cada vez lo utilizan menos, y las formaciones de infantería lo encontrarían engorroso. La adarga por su parte es incluso más inusual, un vestigio de la Edad Media árabe de las Españas. Es bastante grande y ligera, realizada en cuero endurecido y a veces adornada con borlas en la parte delantera, con una forma simétrica que recuerda a unas alas de mariposa ovaladas. No es usado por fuerzas cristianas salvo en ciertas unidades de caballería ligera de la Guardia de Castilla, pero es apropiadísimo para los soldados que se encuentran conquistando el Nuevo Mundo, para defenderles de las flechas, a veces envenenadas, de los indígenas.

Modificador de -1 a la tirada de la Habilidad de Combate Cuerpo a Cuerpo, de Arco o de Ballesta del enemigo para alcanzar al portador y de -2 si se trata de un arma de proyectiles que no sea de fuego. En el caso de las armas de fuego, el modificador es de -1, no obstante, a quemarropa es inútil, pues la bala puede atravesarlo.

• Otras protecciones.
Barda de caballo. La barda de caballo es una armadura preparada especialmente para este animal, propia de la caballería pesada y como tal de origen medieval. La palabra "barda" define en realidad una parte de esta armadura, que cubre la grupa. La testera, por su parte, protege la cabeza, la capizana el cuello, el petral o pechera el pecho, y las flanqueras los costados. El arzón es una parte de la armadura que se une a la silla, y que sirve en realidad para proteger los genitales del jinete de golpes de enemigos innobles. Estas armaduras de caballo suelen ser de metal, considerablemente pesadas y caras y estar artísticamente decoradas. De hecho, igual que muchas lujosas armaduras que no se realizan para la guerra sino para paradas y torneos, lo mismo puede decirse de las bardas de caballo.


Es posible también encontrar bardas especiales para perros "de guerra" como mastines, encargadas especialmente por sus señores.

Barda ligera: Protección +2.
Barda pesada (Metálica): Protección +3. Además, la barda pesada hace perder al caballo aproximadamente un tercio de su capacidad de movimiento (En el caso del caballo de guerra, 6,5 metros por turno de combate andando, 23,5 metros corriendo).

(He sido incapaz de encontrar los nombres de los autores de las dos últimas ilustraciones.)

lunes, 12 de abril de 2010

Demonología: Krodo.

Krodo.
Recuerda mi alma más tarde una sensación de insipidez y de humedad: Después, todo no es más que locura, la locura de una memoria que se agita en lo abominable.
Edgar A. Poe, "El Pozo y el Péndulo".

Es difícil delimitar dónde se ha adorado y dónde no a Krodo como dios antes de la llegada del cristianismo, y es difícil también saber donde se le invoca o no en estas noches. El diablo llamado Krodo ha sido conocido bajo muchos nombres y gran parte de los símbolos de las viejas religiones o de la filosofía oculta actual tienen su origen en las características que su culto le atribuía. Podría, de hecho, considerarse meramente una figura simbólica si no fuera porque hay quien ha tenido la mala suerte de percibir su presencia a través de visiones o sueños y, sobre todo, porque hay desgraciada constancia de lo que puede hacer su poder manifestado a través de alguna bruja o brujo.

Krodo es el señor de la oscuridad y la muerte. Su reino es el de la tristeza y la desesperación, e incluso el aire parece hacerse pesado y silencioso cuando se menciona su nombre. Se le asocian también los efectos devastadores e inevitables del tiempo, la humedad y la corrosión. Hace siglos se encontraban aún en lo más profundo de los bosques templetes de madera que contenían su efigie, pues su adoración tenía lugar en lo solitario, lo salvaje y lo umbroso. El autor árabe Al-Masudi (896-956) describe en "Las Praderas de Oro" un templo situado en una negra montaña entre Bohemia y los Cárpatos, de madera y con columnas adornadas con cuernos de animales, que contenía una enorme estatua de madera policromada. Esta estatua, merced a un mecanismo acaso movido por agua, giraba sobre sí misma como un reloj. No consigue el sabio árabe dar nombre al dios allí representado, pero al describir la estatua hace entender que le estaba dedicada a Krodo.

En cualquier caso es probable que algunos de esos templos todavía existan en la naturaleza más agreste, fuera del bullicio de la vida humana del que Krodo es la antítesis. Seguramente se encuentren semiderruidos, y si de verdad han existido estatuas movidas con mecanismos estos estarán arruinados, pero la decadencia agrada a su patrón. Estatuas humildes, de madera, de las que no se conoce el autor ni la edad y que representan a este diablo como un dios benévolo todavía pueden encontrarse en el campo, como por ejemplo cerca de Harsburg, en Sajonia.

Krodo es representado como un viejo terrible, saturniano, con un báculo o guadaña, con el que hurga en la tierra extrayendo huesos y esqueletos a modo de cosecha fatal. A veces tiene bajo los dos pies un pescado escamoso e irreconocible, y otras veces tiene los dos en tierra, saliéndole de debajo del derecho hormigas y de debajo del izquierdo cuervos. Porta también un reloj de arena o una rueda, y a veces un cubo lleno de frutos y flores, aunque esto último sólo aparece en las estatuas que le intentan mostrar más amablemente. La representación habitual de la Muerte, el Chernobog de los eslavos y el Saturno de los romanos están relacionados de alguna manera con los símbolos de este señor de las tinieblas.

Quien sea verdaderamente ducho en filosofía oculta o quien se haya condenado entregándose a la brujería sabrá que la fiesta de Krodo es el día 17 de Diciembre.

La imagen es un fragmento del Arcano XIII, la Muerte, del "Archeon Tarot" de Timothy Lantz.

sábado, 10 de abril de 2010

Sobre los Puntos Narrativos.

Breve Reflexión.
El reglamento básico de FUDGE recoge una regla, la de los puntos FUDGE, que con distintos nombres es bastante común a muchos juegos de Rol: Se trata de dar unos puntos que, gastándolos durante la partida, permiten que el jugador altere la situación en la que se encuentra su PJ.

Ya hace bastante tiempo, en Febrero de 2009, en el siempre útil Blog Frankenrol, apareció este Post que no sólo rastrea los orígenes de este tipo de "puntos de ayuda al héroe", sino que hace una buena reflexión sobre el tema, con la que poder hacerse a la idea de qué pueden aportar, qué supuestos deberían cubrir y si incluirlos en "tu sistema" o no. A mi entender da principalmente una clave: Son otra manera de que la narración, también la de los jugadores, irrumpa en mecánicas que, de otra manera, serían... Pues eso, puramente mecánicas. Pero también sirven para que las ocurrencias de los jugadores, las que sean verdaderamente ingeniosas, irrumpan también en las del DJ, que aquí debería estar dispuesto a, como sigue señalando JKeats, "improvisar e ir más allá de nuestros planes".

Por mi parte, entiendo que la unión de la narración a cargo del DJ con el azar que aportan las tiradas, son el equivalente en el Rol del destino en la tragedia, (a fin de cuentas, no sería raro que también el azar resultara fatal). El héroe romántico se enfrenta al Destino aunque le cueste caro, y yo quisiera que los PJs de FUDGE Feldkirch hicieran lo propio. Así que les he cambiado el nombre a Puntos Narrativos y encontraréis su mecánica en el Reglamento de FUDGE Feldkirch.


Experiencia de juego.
En la primera experiencia con FUDGE Feldkirch, los jugadores no parecían tener muy claro que podían conseguir sus PJs gastando Puntos Narrativos y qué no, pues pese a las explicaciones que intenté dar no tuvieron muy en cuenta el uso descrito en el reglamento, o bien les resultó confuso. El resultado fué que los reservaron "para el peligro", es decir, para la única escena de combate planeada, momento en el que los usaron dubitativamente y desaprovechándolos en general, lo que les llevó a gastarlos todos sin que esta acción tuviera ni muchísimo menos el impacto que podría haber tenido.

Lo positivo fué el hallazgo de una buena fuente de resolución de situaciones complicadas que pueden surgir al gastar los Puntos: Si el jugador, como es deseable, está haciendo un esfuerzo sincero por intervenir en la narración con algo que mejore la partida, pero aún así al DJ le surgen dudas y no sabe que decisión tomar, es buena cosa preguntar al resto de la mesa qué les parece la propuesta en cuestión. Aunque no sea algo que les favorezca, si aporta algo a la historia y si resulta divertido en el conjunto de la partida, los jugadores pueden apoyarlo como buena idea, dando material al DJ para la improvisación. En nuestro caso puedo garantizar que fue así, y que esa colaboración resultó muy grata.

A continuación, expongo el uso que los jugadores pueden dar a los Puntos Narrativos, tal como se describe en el Reglamento y basándome en el FUDGE Básico, añadiendo la contestación a un par de dudas surgidas durante esos primeros juegos.

Espero que la explicación siguiente resulte útil y clara, siempre recordando que es una especie de guía, más bien pensada para que el jugador sepa para qué sirven los Puntos Narrativos y para qué no. Tenerla en cuenta no significa ceñirse a ella al pie de la letra, y al respecto de algo pensado para salirse por la tangente lo único definitivo es lo que se diga en la mesa de juego.

Uso de los Puntos Narrativos.
Un jugador puede gastar un Punto Narrativo y narrar, directamente, un cambio en la situación de la partida, siempre con el acuerdo del DJ. Esos cambios pueden ser de los tipos que se explican a continuación:

• Gastar un Punto Narrativo puede hacer que una acción no opuesta tenga éxito sin efectuar la tirada correspondiente, pero considerando además que el Grado de la Tirada hubiera sido Excepcional. El DJ puede no permitir el uso de Puntos Narrativos para acciones con un nivel de dificultad de Excepcional o superior.

• Un jugador puede gastar un Punto Narrativo para alterar en un nivel, tanto hacia arriba como hacia abajo, una tirada de dados realizada por el DJ si el resultado de esta tirada concierne directamente al personaje del jugador.

• Puede utilizarse un Punto Narrativo para declarar que las heridas que sufra un PJ no son tan graves como parecen. Esto reduce la intensidad de cada herida en un nivel.

Por ejemplo, un personaje que gasta un Punto Narrativo para narrar que una Herida Grave que sufre no es tan grave, la vería convertida en una Herida. Si sufriera una Herida se transformaría en un Rasguño.

• Puede gastarse un Punto Narrativo para conseguir un resultado automático de +2, sin siquiera tener que tirar los dados, en una acción opuesta.

• Puede gastarse una cantidad determinada por el DJ de Puntos Narrativos para asegurar una coincidencia favorable. Esta opción es la más puramente narrativa, y puede ser conflictiva para el desarrollo de la partida, así que el DJ puede vetarla en determinados momentos.

Por ejemplo, Gonzalo de Alquézar y Ambrosio el Impresor huyen de unos forajidos que les asaltan en su posada. Salen fuera precipitadamente y allí, tras gastar un Punto Narrativo, el jugador que interpreta a Gonzalo sugiere la posibilidad de que sus caballos estén allí y no en la cuadra, donde deberían estar. El DJ considera posible esto y accede, cambiando la situación y dejando allí a los caballos para que oportunamente permitan la huida de los personajes.

Los Puntos Narrativos no utilizados se guardan hasta la siguiente sesión de juego. Los que se utilicen serán recuperados automáticamente tras cada aventura que los personajes completen, lo cual no quiere decir, al menos no necesariamente, cada sesión de juego.

• Jugando surgió la duda de si podría un jugador gastar un punto para alterar una tirada de un PNJ contra el personaje de otro jugador. Es una ocurrencia ingeniosa, pero la respuesta es no. Los Puntos Narrativos no representan un "poder oculto" de los PJs sobre el mundo que les rodea, incluidos los personajes de otros jugadores, representan una posibilidad de los jugadores de influir en la marcha del relato. Si el resultado de la tirada no concierne directamente al personaje del jugador, el gasto de ese Punto no tiene sentido.

• También surgieron dudas acerca de como "conseguir más" Puntos Narrativos, es decir, si pueden ganarse mediante Puntos de Experiencia o si los adjudica el DJ en algún momento concreto. A lo primero tengo que contestar que no, puesto que creo que no deberían ser intercambiables. El aumentar el número de Puntos Narrativos de un PJ es algo que a mi juicio no debería suceder al final de cualquier historia, sino sólo de aquellas en las que el personaje haya cumplido uno de sus Objetivos, que para eso están ahí, o en la que luchando contra alguna de sus Pasiones o defendiendo su causa (Según el personaje) se haya enfrentado, efectivamente, a aquel "destino" al que me refería al principio y contra el cual se mide el héroe. Estos criterios son acaso demasiado flexibles de puramente narrativos, pero no me gustaría que dejaran de ser esto segundo solo con el fín de regularlos. Una vez más y como siempre, se admiten propuestas...

¿Cuántos Puntos Narrativos dar a cada personaje?
Lo cierto es que en el Reglamento consta que deben darse de entrada 4 Puntos por PJ y partida, pero en la mayoría de partidas eso es demasiado, siendo capaces los tales puntos de restar emoción. Para una partida breve, una cantidad entre 1 y 3 debería bastar, mientras que para una aventura verdaderamente larga 4 por PJ, sobre todo teniendo en cuenta que no hay posibilidad de recuperarlos durante el juego, resultarían demasiado escasos. No he tomado aún ninguna decisión, ya que, posiblemente, una mayor experiencia de juego con este sistema aporte por sí sola alguna solución satisfactoria.

viernes, 9 de abril de 2010

La corte de los venenos (02).

Luchando contra los venenos.
Una vez inoculado el veneno, es desgraciadamente poco lo que se puede hacer. Contra muchos de ellos no se conoce antídoto y, por si esto fuera poco, sus efectos, si se desconoce el hecho del envenenamiento, pueden ser confundidos con los síntomas de alguna enfermedad. En concreto los que causan la muerte por ahogamiento (sobre todo si no son muy rápidos) pueden ser confundidos con alguna afección respiratoria, y en un mundo sin sulfamidas ni antibióticos morirse de una gripe no es nada raro. En última instancia, puede que el envenenamiento se sospeche pero no se pueda demostrar.

En cuanto a las prevenciones, dependiendo del tipo de veneno y de la situación, una tirada exitosa de Agudeza/Percepción con una Dificultad variable puede hacer notar que algo está envenenado antes de consumir una dosis mortal. Lo que se haya consumido puede causar efectos moderados, pero no hará enfermar seriamente ni matará. Si se descubre que se ha tomado un veneno y ha pasado poco tiempo, puede que aún pueda simplemente vomitarse.

Si el mal está ya hecho, para diferenciar los síntomas de los de una enfermedad será necesario que alguien con la Habilidad Medicina inspeccione al envenenado y supere una tirada que puede variar entre Normal y Muy Buena dependiendo del veneno. Acto seguido se realizará una tirada de Botica (no tiene porqué hacerlo el mismo personaje, puede hacerlo otro si hay varios trabajando juntos) para saber si hay algún antídoto y como encontrarlo. Los antídotos, eso sí, no son tan efectivos e incluso pueden ser inútiles si los síntomas críticos ya han comenzado, y de hecho su más alta efectividad la alcanzan si se toman muy al poco de tomar el veneno, casi simultáneamente. Ni que decir tiene que algunos antídotos son venenosos en sí, si se toman sin haber tomado también el veneno correspondiente...

En caso de venenos no necesariamente mortales (como la picadura de la tarántula italiana) puede que el galeno simplemente ordene al paciente una actividad frenética que elimine el veneno mediante el sudor. Boticarios especialmente dispuestos a experimentar también pueden hacer ingerir carbón vegetal al envenenado, lo cual puede llegar a ser parcialmente efectivo, especialmente si el envenenamiento acaba de tener lugar, salvando la vida del personaje aunque no le libre de parte de los síntomas.

Bezoares y otras salvaguardas.
Algunos poderosos se han rodeado de medios por los que pueda resultar más difícil envenenarlos. Uno muy sencillo es utilizar, en la mesa, objetos que puedan advertir de la proximidad de un veneno o incluso neutralizar sus efectos.

La piedra bezoar, que se extrae del estómago de algunos animales como las cabras, puede advertir de que está en contacto con una substancia nociva al cambiar de color. Puede llevarse en un colgante fácilmente sumergible en una bebida, o en un anillo con el que se toca, en apariencia distraídamente, un alimento que acaba de servirse. Constantemente se buscan bezoares provenientes de animales exóticos, en los que se busca nuevas propiedades, o de gran tamaño, con los que se puedan fabricar cubiertos o vasos, lo que sería un indicador seguro, así que se llegan a pagar grandes sumas por ellos.

Se dice que otros productos de origen mineral o animal pueden purificar un alimento envenenado al entrar en contacto con él. Tal es el caso, por ejemplo, del cuerno del unicornio, animal que muchos tienen por fantástico (y que no debe ser confundido con el muy real monoceronte o rinoceronte, animal de las Indias Orientales). Si cualquiera de estos métodos resulta efectivo en alguna ocasión o en todas, queda por supuesto al arbitrio del DJ.

El catador de venenos.
Con el fin de guardarse de posibles envenenamientos, algunos príncipes han optado por la vía fácil: Que se envenene otro. Los catadores a sueldo están preparados para reconocer los alimentos envenenados por el aroma y el olor, y prueban las viandas y en especial los vinos que se sirven en casa de su amo. Es un trabajo peligroso y que merma la salud del que lo cumple, pero suele estar bien pagado. El catador puede incluso acompañar a su amo a comer fuera de casa, pero no estaría de más inventar alguna excusa basada en alguna dolencia estomacal que justifique su presencia, por salvaguardar la etiqueta...

· El catador de venenos (PNJ).
Personalidad: Serio, Discreto. Objetivos: Proteger a su amo.

Habilidades: Empatía Bueno, Esquivar Normal, Redaños Normal (Resto de Habilidades Primarias Mediocre), Administración Mediocre, Agudeza/Percepción Muy Bueno, Etiqueta Bueno, Idioma (Castellano, Francés o Italiano) Bueno, Investigación Normal, Naturalismo Bueno, Latín Mediocre, Botica Muy Bueno.

Ventajas: Leer y Escribir, Inmunizado contra los venenos (esa ventaja que es propia de su oficio representa las dosis moderadas de venenos que el catador ha estado probando para hacerse resistente a ellos. Podría jugarse como "Estómago de Cabra" pero referido a cualquier veneno, incluso los letales. Ese entrenamiento, por cierto, ha sumido al catador en una mala salud y un dolor de estómago perpetuos).

Desventajas: Endeble, Lealtad.

Animales venenosos.

El áspid es una especie de serpiente venenosa, que mata al hombre con sus dientes. Sin embargo existen de varios tipos, y cada uno tiene una propiedad nociva, pues el llamado áspid hace morir de sed al hombre al que muerde, y otra llamada prialis, lo hace dormir tanto que muere, y otra llamada emorois, le hace derramar toda su sangre hasta su muerte, el llamado prester va siempre con la boca abierta, y cuando aferra a alguien con sus colmillos, se hincha tanto que fallece, y de inmediato se pudre tan horriblemente que resulta diabólico.
Brunetto Latini, "Los Libros del Tesoro" (1260-1267).

Si un personaje sufre el ataque de un animal venenoso, en términos de juego el animal tirará con su Habilidad de Pelea del modo normal como para impactar en combate. Si lo consigue, el personaje no sufrirá por lo general la pérdida de un Nivel de Salud, pues los animales venenosos no suelen ser muy grandes, pero se le habrá inoculado el veneno. Quien haya sido mordido necesitará superar una tirada de Redaños para no ceder al pánico. A la hora de enfrentarse a un caso de envenenamiento por picadura, un personaje con las Habilidades de Medicina o Cirugía puede saber como reaccionar, generalmente inmovilizando al paciente, realizándole un torniquete en el miembro herido, etc... La tirada de Botica pertinente ayudará a buscar el antídoto del modo normal.

Se habla de animales raros de las Indias que tienen venenos potentísimos capaces de matar en poco tiempo, y con efectos raros e inusuales. Los antídotos contra estos venenos seguramente sean conocidos en las Indias, pero aquí su presencia resultaría un verdadero problema.

· Sierpe venenosa.

Habilidades: Agudeza/Percepción Mediocre, Esquivar Mediocre, Fortaleza Mediocre (Escala -1), Intimidación Normal, Nadar Bueno, Orientación Normal, Pelea Normal, Rastrear/Cazar Normal, Trepar Bueno.

Combate: La sierpe venenosa sólo puede atacar intentando morder, con un Factor de Daño 0 que ignora las armaduras con Factor de Resistencia de +1. Si tiene éxito en su ataque, el personaje herido será víctima de su veneno a no ser que se haga algo para evitarlo. Los efectos del veneno pueden variar según la especie de la sierpe, siendo mortales o no, o siendo más rápidos o más lentos: De las peculiaridades del veneno de origen animal se ha dado mayor información en esta entrada.
El Factor de Resistencia es -2.

Movimiento: 2 m/turno reptando, 5 m/turno máximo.

jueves, 8 de abril de 2010

La corte de los venenos (01).

Los teóricos que investigan acerca de las relaciones entre las substancias curativas y las maléficas, saben que algo que en una dosis medida es beneficioso, en gran cantidad puede ser venenosísimo. Como afirma Paracelso, "Todo es veneno, nada es veneno, sólo la dosis hace el veneno". En una botica cualquiera hay productos que pueden llevar a la muerte a quien los consuma, desde el evidente matarratas hasta el láudano preparado por los espagiristas.

Sin embargo, hay quien se especializa en la investigación y el manejo de preparados que sólo siven para matar. El asesinato de los enemigos políticos como medio definitivo para librarse de ellos y el uso de venenos para alcanzar ese fin, nunca ha sido tan raro como podría parecer, y cuanto más exageran las leyendas más ocultan sin embargo verdaderos casos de envenenamiento, o al menos intentos de ellos, llevados a cabo a veces en las más altas instancias.

Mediante el veneno se han obtenido ilícitamente riquezas, esposas cruelmente tratadas o a veces simplemente aburridas se han liberado de sus tiranos, y han cambiado de mano mitras y coronas. También se han cumplido venganzas, si bien deshonorablemente, lo que no ha podido restaurar el honor de nadie y sólo ha afectado en lo moral a la conciencia o falta de ella del envenenador. No puede haber un medio más cobarde, y sin embargo, como suelen ser los que ofrece el Maligno, es rápido y es terminante: En unas manos débiles y delicadas es un arma que puede causar mayor destrucción que cualquier acero en otras más fuertes. En cualquier corte, y siempre teóricamente, el envenenamiento es un temor permanente, puesto que incluso lo que estuviera destinado a una persona puede acabar en boca de otra.

Es en Italia donde estas malas artes hallan mayor uso. Es allí, en Roma, Florencia, Nápoles o Venecia, donde se hallan sus verdaderos maestros y teóricos, mujeres y hombres conocedores de los orígenes, usos y medios de fabricación de las substancias tóxicas más sutiles y menos detectables... Sean aristócratas que preparan para su familia un arsenal paralelo a aquel que se usa en la guerra, o sean villanos que, a sueldo y bajo la protección de una de esas familias, preparan para ellos brebajes o pociones destinadas a sus enemigos. En el caso de los profesionales del envenenamiento, su notoriedad sólo es conocida en secreto por la red de sus clientes y colaboradores. Además de los italianos, algunos de "renombre" son franceses o españoles.

¿Dónde está el veneno?
Aunque todavía es de utilidad una correcta formación en Naturalismo a la hora de reconocer y hallar plantas o animales ponzoñosos, son necesarios unos Buenos conocimientos de Botica para conocer de cuales de ellos pueden obtenerse substancias venenosas y en qué cantidad, y extraerlos y darles su mayor potencia puede ser difícil y requerir un buen laboratorio. A veces, en mazmorras apartadas, se llevan a cabo erráticos experimentos, como dar de comer a animales venenosos otros animales venenosos, con la esperanza de que en los primeros aumente la toxicidad y concentración de sus humores. Si estas ocurrencias tienen éxito o no lo tienen está por verse.

La sofisticación de la alquimia ha llevado al aislamiento de elementos de origen mineral, fáciles de disolver en bebidas o de combinar con alimentos. El arsénico, que puede ser obtenido del oropimente amarillo usado como pigmento en pintura y habitual en los laboratorios alquímicos, es acaso el más importante. Algunos compuestos líquidos que lo incluyen, acque como la Acqua de Peruzzia, son bien conocidos por los maestros envenenadores italianos y parecen estar detrás de algunas notorias muertes.

Llegando hasta la víctima.

El olor es inconfundible. El arsénico no perdona...
Patrick Cothias, guión de "Masquerouge".

Los venenos provenientes de animales suelen enfermar a alguien si los ingiere, pero para ser mortales deben ser inyectados, como sucede, por ejemplo, cuando se sufre la mordedura de una sierpe. Ni que decir tiene que los villanos con gusto por los planes espectaculares pueden ser capaces de esconder escorpiones y víboras en camas ajenas...

Evidentemente es mejor usar otros medios más sofisticados, provenientes de laboratorios humanos, que deben por lo general ser ingeridos para que actúen sobre su víctima. Se han conocido anillos con compartimentos que guardan una cápsula secreta presta a deslizarse hasta la bebida de un invitado, y platos servidos en banquetes en los que algún caldo necesario para la elaboración de la salsa había sido sustituido por una infusión nada recomendable. Otras variantes, en forma de pomada o aceites, pueden ser administrados a través de la piel o de una mucosa. Unos guantes de tela que resultan estar húmedos o un ramo de flores de proveniencia desconocida pueden ser en realidad una trampa mortal, y unas gotas vertidas en el oído de un durmiente pueden hacer que no despierte jamás.

Armas envenenadas.
Las armas envenenadas son mucho menos útiles de lo que podría pensarse, con lo que no son usuales. Un veneno líquido o en polvo no es fácilmente aplicable a la hoja de un cuchillo, y además sus propiedades pueden verse alteradas por la exposición al Sol o simplemente al aire. Si es necesario inyectar un veneno se debe recurrir a algún accesorio como una aguja o bien, sí, a un arma pequeña y manejable como un puñal, pero siempre y cuando se aplique el veneno al objeto y este inmediatamente se utilice para herir, sin dejar pasar el tiempo (En términos de juego, podría ser necesario herir en el turno siguiente a la aplicación). Ni que decir tiene que en según que círculos se pueden oir rumores sobre anillos con pequeñas agujas capaces de arañar a alguien "por accidente" con fatales consecuencias o sobre estiletes con compartimentos de veneno ocultos en la empuñadura que se pueden abrir en el momento indicado...

Entre los habitantes del Nuevo Mundo o del África parece ser que no es raro manejar primitivos pero efectivos venenos que se impregnan en la punta de flechas y proyectiles de cerbatana. Desde los primeros viajes a las Indias Occidentales, los marineros pudieron observar como se utilizaban para la caza o como arma de guerra. Algunos tuvieron la mala fortuna de morir víctimas de una de estas armas, como el explorador Juan de la Cosa en 1510. Los medios que utilizan no se conocen del todo, pero parecen pasar por mezclar extractos de plantas hasta que toman una consistencia pegajosa que los hace más fáciles de aplicar en la punta de una flecha, o por matar algún insecto ponzoñoso aplastándolo contra esa punta momentos antes de utilizarla.

Efectos del veneno.
Huelga decir que cada veneno tiene sus propios efectos. Los compuestos de arsénico y cianuro tardan poco tiempo en actuar, pero, claro está, no son inmediatos. Ambos causan aumentos de pulso, mareos, palidez, sudor, y finalmente matan por asfixia. El primero debe ingerirse para ser efectivo, pero sus efectos antes de causar la muerte son más dramáticos, causando visiones y dificultad para hablar, y aumentando la fuerza y ritmo de las pulsaciones hasta el punto de que los latidos de corazón de la victima se oyen por quien esté a su lado. El segundo causa un fuerte sonrojamiento de la piel del envenenado y además tiene un lejano olor a almendras amargas, pero por lo demás, aunque igual de mortal, resulta menos violento. No hay ningún antídoto que sea de común conocimiento contra estos venenos, y, si existe, es posible que sólo esté en manos de los propios maestros envenenadores, que lo habrán desarrollado en secreto.

Algunos venenos de origen vegetal, como los basados en la cicuta y la belladonna, son igual de fulminantes. Aunque no tarden mucho en actuar (la cicuta solo media hora después de ser tomada), la muerte tarda horas en llegar. Necesitan ser ingeridos y su efecto es paralizante y muy doloroso, con un ralentizamiento acusadísimo del pulso, y posibles efectos agónicos aterradores como pérdida de la vista o del control de los movimientos del cuerpo. Algunos de estos venenos tienen antídotos conocidos, otros no.

En cuanto a los venenos de origen animal, es necesaria una buena dosis y suelen ser de acción lenta. Generalmente empiezan a causar sus efectos más evidentes entre dos y ocho horas después de su inyección, tras los cuales comienza el pulso irregular, los espasmos, la sudoración excesiva y las dificultades respiratorias debidas al encharcamiento de los pulmones. Desde ese momento y como mucho en un día o dos, la muerte sobreviene por ahogamiento o por ataque al corazón. Eso sí, hace falta que el veneno provenga de una criatura verdaderamente exótica para que no se conozca un antídoto...

En términos de juego, los personajes no deberían poder hacer una tirada de Fortaleza para intentar "no morirse". Si se han envenenado, están envenenados. Otra cosa es que se quieran sobreponer a un veneno no mortal, en cuyo caso simplemente es el DJ el que decide si esto puede hacerse o no, o que quieran luchar contra los síntomas del envenenamiento, que anuncia que lo que tienen en el cuerpo está haciendo su efecto... Los venenos, a fín de cuentas, deberían aparecer como un recurso dramático en manos tanto de PJs como de PNJs y sin caer en cosas como cambiar los efectos de una substancia de una partida a otra, es posible que en cada una ocupen el lugar necesario.

viernes, 2 de abril de 2010

Florencia y las repúblicas de la Toscana.

La región de la Toscana se halla orientada hacia el amable Mar Tirreno, sus tierras son fértiles y hermosas, y su clima, aunque no desconoce las nieves invernales (Sobre todo en las provincias situadas hacia los Apeninos), es agradable. Sus habitantes son amigos del placer, y es su bello idioma el que se habla en toda Italia y el que la poesía de todas las cortes trata de imitar. El Infierno lo lleva allí, sin duda, el peligroso juego de equilibrio y ruptura entre poderes en el que se halla sumida toda la Península de Italia, y que se hace aquí muy visible.

Aunque la Toscana tiene al Norte territorios de Génova y Módena, y al Sur y al Este los intrigantes Estados Pontificios, por lo que a sus Estados no les falta competencia con la que medirse, su mayor fuente de conflictos la tiene dentro. No en vano el Renacimiento parece haber nacido aquí, y haberse quedado aquí durante siglos antes de extenderse por el mundo. Los gobernantes de sus ciudades-repúblicas, las más importantes de las cuales son Florencia y Siena, han nacido dentro de esas reglas que permiten el uso de cualquier arma en el campo político, ya sea la intriga o la guerra, el puñal o el amor, la poesía o el dinero. Ciudades enteras con su gobierno y todos sus habitantes pueden ser conquistadas por las armas o simplemente compradas por un precio, pero en ambos casos el poder necesario no es poco, como no son pocos los que aspiran a tenerlo.

La impresionante ciudad de Florencia, capital de su República, es una de las mayores y más habitadas urbes de Europa, en la que destacan las basílicas de Santa Cruz y de Santa María del Fiore, y los palacios como el Palazzo Pitti y el Palazzo Vecchio, lugar de reunión del gobierno. Este último palacio da a la Piazza della Signoria, decorada con estatuas mitológicas y simbólicas de Donatello y con el magnífico David de Miguel Ángel. En esta gran plaza se celebran tanto los más solemnes actos nobiliares como las más populosas fiestas: Entre estos segundos destaca el juego de la Giostra del Saracino, que imita una batalla entre moros y cristianos, y a medio camino entre ambos se encuentra el brillante desfile del día de San Juan, con entrega de regalos a las autoridades de la ciudad incluída. En esta misma plaza fue quemado por hereje el agitador Savonarola, y, en el punto exacto en que eso sucedió, a veces manos anónimas depositan flores. No muy lejos y cruzando el río Arno se halla el Ponte Vecchio, gran puente de piedra ocupado por comercios, antes carnicerías, ahora cada vez más puestos de peleteros y joyeros. (Por cierto, ni el Palacio Ufizzi ni el Corredor Vasari existen todavía.)

La República está gobernada en teoría por un Gran Consejo formado por un amplísimo grupo de ciudadanos que representan a la sociedad, del que se extrae un Consejo de los Ochenta, y de este otro el Consejo de los Diez, formado por nueve representantes burgueses, llamados la Signoria, presididos además por el Gonfaloniere di Giustizia, encargado de la administración de la justicia que nombra a su vez al Podestà y a los priori municipales. De ellos depende el gobierno efectivo de la República y la elección de dirigentes para el ejército. En la práctica, es la ciudad de la familia Medici, los poderosos príncipes-banqueros.

Esta familia de intrigantes fue desterrada en 1494, pero volvieron gracias a las acciones militares de los españoles en 1512, llegando a abolir el Gran Consejo y devolviendo gran parte de los más altos cargos a manos de la familia o de subordinados suyos atados por los más variados lazos. Aunque tras el saco de Roma en 1527 una revuelta popular ha devuelto las aguas republicanas a su cauce, esta situación finalizará con el Asedio de Florencia por parte del ejército español en 1530 (En el que por cierto morirá el condotiero Francesco Ferrucci), ya que los Medici siguen contando con el apoyo imperial. Es así hasta el punto de que el Emperador Carlos respaldará a Alessandro de Medici "Il Moro" cuando este disuelva la República en 1533 y convierta Florencia en un Ducado, con él a la cabeza. El Papa, Clemente VII, también Medici, no tendrá inconveniente en apoyar la jugada. El peligro una vez más vendrá de dentro, pues cuatro años después Alessandro Il Moro será asesinado y, vaya, en su honorabilísimo primo Cosimo recaerá el título de Duque…


La República de Siena, por su parte, se hallaba prácticamente bajo el dominio de Fabio Petrucci, miembro de una familia de tradicionales dirigentes de ese Estado, pero tras su exilio en 1523, la ciudad ha caído en una confrontación abierta entre los poblani, partido del pueblo llano, y los noveschi, partido defensor de la Iglesia, que de hecho ha llegado al campo de batalla al intervenir el ejército de los Estados Pontificios. Al cabo de unos pocos años, los españoles ya habían aprovechado la situación para instalar una guarnición militar permanente en la ciudad: La incomodidad de los sienenses al respecto, que no es poca, es agitada por partidarios de Francia y agentes de ese reino. Otras ciudades toscanas son Lucca, república que, aunque de menos importancia que las otras dos, mantiene su independencia de ellas, y Pisa, ciudad bajo el dominio de Florencia. Es imposible no mencionar su magnífica catedral gótica, cuyo campanario, lujosamente adornado con el mejor mármol de San Giuliano, se inclina hoy penosamente hacia el Sur como antaño lo hizo hacia el Norte.

jueves, 1 de abril de 2010

Órdenes Militares.

Órdenes Religiosas y Militares.
Las órdenes religiosas de tipo militar pueden trazar su origen hasta la Edad Media, en épocas en que, ya en las Cruzadas o en la Reconquista, el concurso de defensores armados de la Fe cristiana era necesario para la ocupación de territorios, la protección de caminos de peregrinaje y el rescate de reliquias santas. En el Renacimiento, algunas de esas órdenes han vivido un proceso de decadencia al desaparecer en gran medida la razón para la que fueron fundadas. Otras han alcanzado un gran poder temporal, y pertenecer a ellas sigue siendo un gran honor, generalmente sólo alcanzable por hombres de linaje noble. En pocos casos, sin embargo, siguen practicando el oficio de las armas como lo hicieron antaño, por lo que su importancia suele ser más bien económica y política.

Los requisitos para ingresar en una de estas Órdenes varían, pero generalmente se exigen pruebas de la ascendencia noble del postulante, de la ausencia de trabajadores manuales en ella y de un historial de honor intachable y de piadosa religiosidad, ajena a cualquier atisbo de herejía contra el catolicismo. Las pruebas de ascendencia pueden ser más o menos exhaustivas según lo elitista de la orden, y algunas pueden considerar como impropios de uno de sus miembros aspectos a los que otras órdenes no prestan verdadera importancia. En las Órdenes españolas, por ejemplo, suele ser necesario demostrar que no hay traza de judíos o moros, aunque sean conversos, entre varias generaciones de antepasados del postulante. Tras las oportunas demostraciones y la realización de los votos como hermano seglar, el aspirante se convierte en miembro de la orden.

Órdenes de Albrac y Aubrac.
· Procedencia: Reino de Francia.

Aunque antaño fueron unas órdenes militares locales que defendían y asistían a los viajeros en sus entonces peligrosas regiones de Francia, hoy no son sino dos congregaciones religiosas, dedicadas a regentar algunos hospitales, que siguen la regla de San Agustín.

Orden de Alcántara.
· Procedencia: Reino de España (León, Extremadura).

La Orden data de la Reconquista, al igual que las Órdenes de Santiago y Calatrava. No goza ya de la importancia que tuvo en la Edad Media, y su tamaño y poder temporal es de hecho menor que el de las otras dos Órdenes hispánicas, pero aún así posee grandes territorios principalmente en Extremadura, aparte de otras posesiones dispersas. Su sede, el castillo de Peñafiel, ha sido ampliado y fortificado en numerosas ocasiones, algunas de ellas muy recientes. Como orden religiosa además de militar, los caballeros de la orden de Alcántara siguen la severa Regla cisterciense de San Benito y, aunque no estén obligados a residir en casas capitulares, tienen vetado el matrimonio. El prior de la Orden es, pues, el del Císter, en Morimond, lo cual no es visto con buenos ojos por el Rey, que cada vez irá poniendo más trabas a la autoridad moral de un extranjero en una orden de caballería de la que su Majestad es Gran Maestre.

· Grandes Maestres:
En 1492, el rey Fernando el Católico fue nombrado Gran Maestre de la Orden, tomando así el control de sus tierras y posesiones. En 1522, Carlos I es nombrado Gran Maestre, convirtiéndose el título en hereditario.

Orden de Avis.
· Procedencia: Reino de Portugal.

Originada en la Reconquista, la fundación de la Orden de San Benito de Avis fue apoyada por la castellana Orden de Calatrava, de la cual de hecho sigue dependiendo. Sin embargo, siendo como es la más importante Orden lusa y habiendo contado entre sus Grandes Maestres con algunos Reyes de Portugal se considera en gran medida independiente, de facto ya que no de iure.

Orden de Calatrava.
· Procedencia: Reino de España (Castilla).

La Orden de Calatrava fue la primera fundada en las Españas, y es una de las Órdenes militares y religiosas más importantes, sólo superada en aquel reino por la de Santiago. Las grandes riquezas obtenidas durante la Reconquista hasta el mismo fin de esta, sobre todo en cuanto a posesiones han dejado a los orgullosos Caballeros de Calatrava en una muy buena posición. Hoy, ya sin guerras contra el sarraceno a la vista, la orden se ha hecho bastante elitista y su dedicación principal es la administración de sus territorios y la obtención de mayor peso político. En lo religioso, la Orden de Calatrava sigue la Regla de San Benito aunque con menor severidad que los Caballeros de Alcántara. Como cistercienses, aunque laicos, su prior es el de Morimond, que, al ser extranjero, sufre contantes injerencias y trabas por parte del Rey, Gran Maestre. Nicolas d'Avesnes, que morirá en 1552, será el último prior francés de esta Orden española. Por otra parte, el Papa liberará desde 1540 a los Caballeros de Calatrava de su voto de castidad, debiendo ceñirse eso sí, a uno de fidelidad conyugal.

· Grandes Maestres:
En 1477, el rey Fernando el Católico fue nombrado Gran Maestre de la Orden, absorbiendo sus tierras y posesiones. Desde entonces, los Reyes de España fueron nombrados Grandes Maestres. Carlos I se aseguró de hacer el título hereditario.

Orden de Cristo.
· Procedencia: Reino de Portugal.

Esta Orden, fundada conforme a la Constitución de la de Calatrava y basada en la Regla de San Benito, no es sino la sucesora portuguesa de los caballeros templarios, cuando su Orden fue suprimida. En su momento las fuerzas templarias fueron necesarias para defender Portugal del sarraceno, y así pudieron mantenerse al servicio de la corona, siendo varios Reyes, como en el caso de la Orden de Avis, nombrados Gran Maestre con el transcurrir de los siglos.
Desde hace un siglo, con aquellos peligros conjurados, la Orden ha dedicado sus esfuerzos y riquezas a la navegación marítima. Al mismo tiempo, ha mantenido su celo religioso, obteniendo del Papa la autoridad eclesiástica directa en los nuevos territorios descubiertos por los navegantes. Además, la Orden pasará a ser de clausura desde 1529, sin miembros no religiosos. Así pues, los Caballeros de Cristo son una de las órdenes que más conservan su doble función militar y eclesiástica, además de una de las más ricas y poderosas, hasta el punto de que según sus enemigos puede llegar a constituir, como ocurrió con sus antecesores del Temple, una amenaza más que una defensa.

Orden de los Hermanos Livonios de la Espada.
· Procedencia: Confederación de Livonia.

Los Hermanos de la Espada, también llamados Caballeros de Cristo, son una orden religiosa y militar aún muy beligerante, nacida en la Edad Media, durante las Cruzadas contra el paganismo en el Báltico. Con el transcurrir de los siglos fueron puestos bajo el poder de la Orden Teutónica, pues siendo un grupo más guerrero que piadoso, esa otra Orden de caballeros tenía aparentemente más capacidad de controlarlos que ningún obispo. Recientemente, la guerra ha vuelto a comenzar para los Hermanos de la Espada, que, como católicos, dedican todos sus esfuerzos a plantar cara al ortodoxo Principado de Moscú. Además, frenan la expansión del protestantismo en sus territorios. Sin embargo, cuando los territorios de la Orden Teutónica sean secularizados, perderán uno de sus mayores apoyos, y aunque continúen con su lucha lo harán con fuerzas muy mermadas.

· Grandes Maestres:
1494–1535: Wolter von Plettenberg.
1535–1549: Hermann Hasenkamp von Brüggeneye.
1549–1551: Johann von der Recke.
1551–1557: Heinrich von Galen.

Orden de Malta.
· Tuitio Fidei et obsequium pauperum.
· Procedencia: Rodas (1301-1521), Malta (1530).

La Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta es la heredera directa de la Orden medieval de los Caballeros Hospitalarios. Pese a no tener ya Cruzadas que librar, la orden tiene un gran poder bélico y es muy activa militarmente pues, tras añadir a sus tres votos uno nuevo de no enfrentarse nunca a un rey cristiano, se les ha encomendado proteger del Turco todo el Mediterráneo. Los combates que libra la Orden son constantes, y especialmente cruentos, pues su flota nunca retrocede ante un enemigo que no sea superior en número. Habiendo gobernado Rodas desde el siglo XIV de forma similar a una República, en 1522 los de San Juan fueron expulsados de su fortaleza por los turcos tras resistir un asedio de cinco meses. Saldrán del exilio cuando, en 1530, Carlos I, consciente de su importancia, les ceda la isla de Malta a cambio del vasallaje simbólico de entregar anualmente un halcón cetrero, animales que son orgullo de aquellas tierras.

· Grandes Maestres de la Orden en Rodas:
1476-1503: Pierre d'Aubusson.
1503-1512: Emery d'Amboise.
1512-1513: Guy de Blanchefort.
1513-1521: Fabrizio del Carretto.
· Grandes Maestres de la Orden en Malta:
1521-1534: Philippe Villiers de L'Isle-Adam.
1534-1535: Piero de Ponte.
1535-1536: Didier de Saint-Jaille.
1536-1553: Juan de Homedes y Coscon.

Orden de Montesa.
· Procedencia: Reino de España (Valencia).

La Orden de Santa María de Montesa, al contrario que las otras órdenes militares y religiosas de España, no pasó a manos de los Reyes Católicos. Estos se contentaron con atraerla bajo su influencia, así que conserva su autonomía. Su Gran Maestre siempre es un noble de gran consideración y, pese a ser una Orden de relativamente poco poder, tiene en su haber muy dignas posesiones que incluyen la fortaleza de Montesa, una de las mayores y mejor protegidas de toda la corona de Aragón. Aunque se les entiende una gran lealtad al Rey, los Caballeros de Montesa son cada vez más elusivos y se muestran más interesados en sus propios fines, aparentemente los de la nobleza valenciana, a la que pertenecen.

· Grandes Maestres:
1484-1488: Felipe de Aragón y Navarra (Sobrino de Fernando el Católico, revocando el nombramiento de Felipe Vivas de Cañamanes).
1488-1492: Felipe Vivas de Cañamanes y Boll (Segunda vez).
1493-1506: Francisco Sanz.
1506-1537: Francisco Bernardo Despuig.
1537-1544: Francisco Llansol de Romaní.
1545-1587: Pedro Luis Garcerán de Borja.

Orden de San Mauricio y Orden de San Lázaro.
· Procedencia: Ducado de Saboya.

Ambas órdenes se encuentran en un estado de decadencia, con pocos miembros y escaso poder político, pese a que para formar parte de según qué clases dentro de ellas son necesarias arduas investigaciones de herencia nobiliaria. Dada su intención de luchar contra la expansión del protestantismo, terminarán siendo fusionadas en una sola por el Papa en 1572, con el fin de aumentar su poder temporal, pero con poco éxito.

Orden de Santiago.
· Procedencia: Reino de España (Castilla).

Esta elitista Orden, la más importante de las Españas, se considera de origen leonés, aunque su sede está en el castillo de Uclés. Está conformada en gran medida por nobles de alto linaje, por lo que el ingreso en ella es especialmente difícil y supone un gran honor. Durante el siglo XV, ya poco ocupada en la Reconquista, la Orden de Santiago atravesó una época de luchas internas que fue finalmente aprovechada por los Reyes Católicos para ponerla a su cargo, lo que sometió a su control sus inmensas posesiones territoriales y económicas. Los Caballeros de Santiago siguen la Regla Agustina, si bien en una adaptación especialmente abierta, sobre todo en comparación con la Regla de San Benito que siguen otras órdenes. Por ejemplo, los Caballeros de Santiago tienen permitido tradicionalmente el matrimonio, si bien hacen voto de fidelidad.

· Grandes Maestres:
En 1493, el Papa convierte en administradores de la Orden a los Reyes Católicos. Después, sería administrador Carlos I, hasta que en 1523 fue nombrado Gran Maestre, con carácter hereditario.

Orden de Santiago de la Espada.
· Procedencia: Reino de Portugal.

Aunque en origen fue parte de la Orden castellana de Santiago, constituyendo algo así como su "ala portuguesa", desde hace siglos los Reyes de Portugal reclamaban su independencia y el Gran Maestrazgo de la Orden. Aunque ya sucedía de facto, no fue hasta 1452 que esto fue reconocido por el papa, siendo nombrado Gran Maestre de la Orden el infante don Fernando.

Orden del Santo Sepulcro.
· Deus lo vult.

Aunque esta fue una orden de caballería de gran importancia en las Cruzadas, gran parte de ella ha sido absorbida por la Orden de Malta, salvo en algunos países (Como el Reino de España) en los que se ha convertido en una orden honorífica bajo gran maestrazgo del propio Papa.

Orden Teutónica.
· Procedencia: Prusia.

La Orden de los Caballeros Teutones, también llamados Caballeros Teutónicos del Hospital de Santa María de Jerusalén, cosechó tras su fundación más éxito en la Cruzada contra el paganismo en el Báltico que en Tierra Santa. Tras volcar sus esfuerzos en la lucha que se libraba en aquellas tierras nórdicas y conquistar grandes territorios que pasaron directamente a su dominio, reyes y príncipes cristianos de los alrededores se vieron amenazados por el poder del Estado monacal de Prusia y volvieron sus armas contra ellos. En el siglo XV quedó patente que se habían vuelto las tornas y la Orden entró en decadencia y, finalmente, en 1525, la Orden se convirtió al luteranismo, incluido el Gran Maestre Alberto. Este ha conseguido mantener su elevada posición convirtiéndose en Duque de Prusia, reteniendo aquellos territorios bajo su poder. Los miembros de la Orden que se han mantenido fieles al catolicismo conforman ahora una orden hospitalaria, sin ninguna rama militar, que se ha retirado a las viejas posesiones en el Sacro Imperio bajo auspicio de los Habsburgo.

· Grandes Maestres:
1489–1497: Johann von Tiefen.
1497–1510: Federico de Sajonia.
1510–1525: Alberto de Brandenburgo-Ansbach.
· Grandes Maestres de la Orden en el Sacro Imperio, tras la secularización de Prusia:
1527–1543: Walter von Cronberg.
1543–1566: Wolfgang Schutzbar.

Órdenes honoríficas y reales.
Durante los últimos siglos, las órdenes de caballería fueron bastante habituales. No se trataban en modo alguno de órdenes religiosas, sino que eran instituidas por un monarca y compuestas de hombres de origen noble con intención de que, siendo reflejo de los ideales caballerescos de su época, conformaran alrededor del trono un grupo brillante de servidores a semejanza de los héroes de las leyendas. Algunas se instituían con carácter temporal, con el fín de cumplir con alguna empresa por medio de caballeros que juraban realizarla, pero más habitualmente tenían carácter perpetuo y honorífico, y la admisión en alguna de ellas servía para honrar a quienes la recibían. Ya en el Renacimiento, aún se pueden encontrar caballeros que deseen ser miembros como parte de su ideal de nobleza, y más aún grandes señores que, mediante el servicio a su Rey, pretendan acrecentar su grandeza aspirando a alguna de estas prestigiosísimas órdenes.

Orden de la Jarretera.
· Honi soit qui mal y pense.
· Procedencia: Reino de Inglaterra.

La Nobilísima Orden de la Jarretera fue fundada en 1348 por el rey Eduardo III, en un intento por instaurar una nueva Mesa Redonda, compuesta por los mejores de entre todos los caballeros que velaran por su reino. Los miembros de la Orden han de ser siempre veinticuatro, como si tomaran parte permanentemente en un torneo, y como si tanto el Rey como el Príncipe de Gales contaran cada uno con los doce compañeros de rigor. Puede haber además miembros honoríficos, que, desde 1488, deben ser siempre varones. La pertenencia a la Orden de la Jarretera siempre es concedida por el Rey de Inglaterra y a su criterio, pudiendo asimismo retirarla. Un caso reciente es el del último Duque de Buckingham, a quien Enrique VIII privó de su membresía antes de ser ejecutado por traición en 1521.

El símbolo de la Orden es una jarretera o liga con hebilla en torno a la cruz de San Jorge, roja sobre fondo blanco. Los miembros llevan un colgante con esa forma.

Orden del Toisón de Oro.
· Ante ferit quam flamma micet.
· Procedencia: Ducado de Borgoña.
La Insigne Orden del Toisón de Oro fue fundada en 1430 por Felipe III de Borgoña, quien en la Guerra de los Cien Años había tomado partido por el Rey de Inglaterra, a semejanza de la Orden de la Jarretera. La Orden ha llegado a ser sumamente elitista y muchos príncipes quieren imitarla al no haber podido ser parte de ella. Se limita a 51 miembros, número que fue ampliado desde 30 en 1516, todos ellos católicos. El Emperador Maximiliano y Felipe I de Castilla ostentaron el título de Gran Maestre y desde entonces no ha abandonado la Casa de Austria, pues recae ahora en Carlos I de España. De hecho, aunque este soberano renuncie finalmente al ducado de Borgoña en 1529, pactará a toda costa retener el título de Duque, ya que aunque no le aporte beneficios materiales lleva aparejado el gran maestrazgo de la Orden con todo su prestigio.

El símbolo de la orden es un vellocino dorado, generalmente en forma de colgante sujeto con una cadena de gruesos eslabones de oro con pedernales o piedras de color rojo entrelazadas.

Orden de San Miguel.
· Procedencia: Reino de Francia.
La Orden de San Miguel fue fundada en 1469 por Luis XI de Francia. Es otorgada por el Rey de Francia a aquellos caballeros que juzga dignos de ello, admitiendo sólo a 36 miembros, que, eso sí, prestan un juramento especial al monarca conformando para él un grupo fiel de suma confianza.

El símbolo de la orden es un medallón que representa al Arcángel San Miguel matando al dragón, que se lleva sujeto con una cadena de oro con eslabones en forma de conchas de mar.

Confraternidad de San Jorge.
· Procedencia: Sacro Imperio.

Es una orden honorífica, no muy notoria, salvo por haber sido fundada por el Emperador Maximiliano I.