Mensajes ocultos.
Para hacer llegar sus mensajes los espías se ven obligados, como es lógico, a camuflarlos frente a posibles robos o registros. La intención es que pasen desapercibidos ante el más concienzudo escrutinio, pero para ello el agente debe usar todo el ingenio e imaginación posibles y recurrir a fórmulas inesperadas. Existen algunos ejemplos clásicos, como el que Heródoto narra en su "Historia" sobre un espía del rey Demarato de Esparta, que escondió el mensaje a entregar cubriendo con cera la superficie de la tablilla en la que estaba escrita, o alguna rara historia sobre mensajes tatuados en el cráneo del portador que, cuando volvía a crecer el cabello, quedaban ocultos. Sin embargo, por ser muy conocidos y citados, es posible que de querer utilizarlos fracasen estrepitosamente... O, quien sabe, funcionen por lo inesperado, quedando los mensajes por así decir ocultos a plena vista.
Algunos procedimientos más modernos implican la fabricación de tintas especiales, como aquellas que se muestran sólo cuando la carta con ellas escrita es sometida al calor o a la luz, o a una sustancia determinada que reaccione con la tinta, lo cual es más difícil de descubrir y por tanto algo más fiable.
Una versión más complicada es la de aquel compuesto tan sutil que se filtra en la cáscara de un huevo cocido, permitiendo que al escribir sobre ella el mensaje desaparezca y se fije en la clara, quedando inscrito en ella y guardado por el más insospechado de los recipientes. Ni que decir tiene que, para realizar estas mezclas, son precisos ciertos conocimientos de magia natural...
La esteganografía.
En cualquier caso, el riesgo de que un agente rival encuentre el mensaje pese al ocultamiento es muy real, así que también suele recurrirse a cifrar su contenido, es decir, a escribirlo usando un código interno sólo inteligible por quien tenga su clave. Algunos de estos códigos, como aquel que usaba Julio César, meramente sustituyen cada letra por otra, siempre la misma. Otros añaden algo de complejidad usando símbolos secretos, desconocidos para quien no esté en el asunto, en lugar de la escritura habitual: Un ejemplo sería el Alphabetum Kaldeorum, mencionado al hablar de cierta famosa inscripción hallada en Viena, en esta entrada. Otra posibilidad es escribir un mensaje aparentemente común o incluso sin mucho sentido al que, aplicándole encima determinada plantilla que tapa o deja al descubierto algunos de los caracteres, revele un texto inserto en el otro. De esta plantilla, en forma de rejilla o de lámina agujereada en metal (o en humilde papel o pergamino) deben tener, como es lógico, una copia tanto quien escribe el mensaje como su receptor.
Ciertos sabios de los últimos tiempos destacan por su aplicación al desarrollo y estudio de estos códigos secretos, como el padre Leon Battista Alberti (1404-1472), humanista que fue secretario de tres papas, y sobre todo el abate Johann von Heidenberg, llamado Johannes Tritemius (1462-1516). Interesado desde muy joven en las artes ocultas, Tritemius se ha dedicado a diseñar códigos que permitan la transmisión segura de mensajes comprometedores, basándose en sus amplios conocimientos de cábala y aritmosofía. Volcó el resultado de su trabajo en sus obras Steganographia, similar a un grimorio, terminada en 1499, y Polygraphia, escrita más o menos al tiempo y aparecida 1518. Ni que decir tiene que estas obras no fueron dadas inmediatamente a la imprenta y que permanecen sólo parcialmente conocidas, pues sus contenidos permiten guardar los más delicados secretos. La esteganografía por él pensada establece reglas para la sustitución de letras, además de otras fórmulas con las que complicar los posibles intentos de descifre de los mensajes, y se refiere a otros sistemas ajenos, que pueden enriquecer el propio. Tan completo fue el éxito de Tritemius en este campo, que fundó verdadera escuela y que sus sistemas se siguieron utilizando hasta mucho más tarde por quien los conociera, como puede verse en el siguiente párrafo...
Para hacer llegar sus mensajes los espías se ven obligados, como es lógico, a camuflarlos frente a posibles robos o registros. La intención es que pasen desapercibidos ante el más concienzudo escrutinio, pero para ello el agente debe usar todo el ingenio e imaginación posibles y recurrir a fórmulas inesperadas. Existen algunos ejemplos clásicos, como el que Heródoto narra en su "Historia" sobre un espía del rey Demarato de Esparta, que escondió el mensaje a entregar cubriendo con cera la superficie de la tablilla en la que estaba escrita, o alguna rara historia sobre mensajes tatuados en el cráneo del portador que, cuando volvía a crecer el cabello, quedaban ocultos. Sin embargo, por ser muy conocidos y citados, es posible que de querer utilizarlos fracasen estrepitosamente... O, quien sabe, funcionen por lo inesperado, quedando los mensajes por así decir ocultos a plena vista.
Algunos procedimientos más modernos implican la fabricación de tintas especiales, como aquellas que se muestran sólo cuando la carta con ellas escrita es sometida al calor o a la luz, o a una sustancia determinada que reaccione con la tinta, lo cual es más difícil de descubrir y por tanto algo más fiable.
Una versión más complicada es la de aquel compuesto tan sutil que se filtra en la cáscara de un huevo cocido, permitiendo que al escribir sobre ella el mensaje desaparezca y se fije en la clara, quedando inscrito en ella y guardado por el más insospechado de los recipientes. Ni que decir tiene que, para realizar estas mezclas, son precisos ciertos conocimientos de magia natural...
La esteganografía.
En cualquier caso, el riesgo de que un agente rival encuentre el mensaje pese al ocultamiento es muy real, así que también suele recurrirse a cifrar su contenido, es decir, a escribirlo usando un código interno sólo inteligible por quien tenga su clave. Algunos de estos códigos, como aquel que usaba Julio César, meramente sustituyen cada letra por otra, siempre la misma. Otros añaden algo de complejidad usando símbolos secretos, desconocidos para quien no esté en el asunto, en lugar de la escritura habitual: Un ejemplo sería el Alphabetum Kaldeorum, mencionado al hablar de cierta famosa inscripción hallada en Viena, en esta entrada. Otra posibilidad es escribir un mensaje aparentemente común o incluso sin mucho sentido al que, aplicándole encima determinada plantilla que tapa o deja al descubierto algunos de los caracteres, revele un texto inserto en el otro. De esta plantilla, en forma de rejilla o de lámina agujereada en metal (o en humilde papel o pergamino) deben tener, como es lógico, una copia tanto quien escribe el mensaje como su receptor.
Ciertos sabios de los últimos tiempos destacan por su aplicación al desarrollo y estudio de estos códigos secretos, como el padre Leon Battista Alberti (1404-1472), humanista que fue secretario de tres papas, y sobre todo el abate Johann von Heidenberg, llamado Johannes Tritemius (1462-1516). Interesado desde muy joven en las artes ocultas, Tritemius se ha dedicado a diseñar códigos que permitan la transmisión segura de mensajes comprometedores, basándose en sus amplios conocimientos de cábala y aritmosofía. Volcó el resultado de su trabajo en sus obras Steganographia, similar a un grimorio, terminada en 1499, y Polygraphia, escrita más o menos al tiempo y aparecida 1518. Ni que decir tiene que estas obras no fueron dadas inmediatamente a la imprenta y que permanecen sólo parcialmente conocidas, pues sus contenidos permiten guardar los más delicados secretos. La esteganografía por él pensada establece reglas para la sustitución de letras, además de otras fórmulas con las que complicar los posibles intentos de descifre de los mensajes, y se refiere a otros sistemas ajenos, que pueden enriquecer el propio. Tan completo fue el éxito de Tritemius en este campo, que fundó verdadera escuela y que sus sistemas se siguieron utilizando hasta mucho más tarde por quien los conociera, como puede verse en el siguiente párrafo...
Enrique IV la utilizó en sus cartas a Mauricio, landgrave de Hesse, en las que incluía largos pasajes de cifras del siguiente tenor: "Pero mi querido primo, como tenéis 44, 99, 26, 143215... Os ruego que empleéis a los que sean paralelamente 86, 2753, 19..."
Sarane Alexandrian, "Historia de la Filosofía Oculta".
Mensajes secretos y el sistema de FUDGE Feldkirch.
¿Cómo trasladar todo este asunto al sistema de tiradas? Una partida en la que se incluya como parte importante mensajes secretos tendrá seguramente por protagonistas a PJs muy interesados en el tema, así que es necesario un sistema que rija la manera de cifrar y descifrar mensajes. Hay dos posibilidades: Una, utilizar las Habilidades Luces/Inteligencia o Investigación (u otra que pueda considerarse oportuna de la lista ya publicada, que puede consultarse en esta entrada), o bien incluir una Habilidad "Esteganografía", si la partida va a estar verdaderamente centrada en el tema.
Debe considerarse en cualquier caso que la Dificultad para que los PJs descifren un mensaje encontrado o interceptado puede ser variable, y de hecho dependerá de la "necesidad" narrativa de que los PJs lo puedan desentrañar solos y sin ayuda o no, pues a fin de cuentas puede utilizarse el asunto como motor de una historia y no sólo como una dificultad añadida a la trama.
Si el caso es el segundo y se quiere que los PJs puedan cifrar y descifrar mensajes por su cuenta con libertad, existe una posibilidad que puede complicar el sistema mínimamente, pero que puede merecer la pena: Al escribir un mensaje en clave, un personaje (PJ o PNJ) deberá hacer dos tiradas, la primera de Investigación y la segunda de aquella Habilidad en la que esté basada la clave que utilice, a definir entre jugador y DJ entre algún Idioma (incluído el Latín), Alquimia, Cábala, Ciencias, Hermética o Teología. El resultado de ambas tiradas se apuntará.
Si un personaje recibe el mensaje y conoce la clave tardará un rato en descifrarlo, pero podrá hacerlo sin tirada alguna. Si por el contrario el mensaje cae en manos de un PJ o PNJ que intenta desentrañar su contenido por cuenta propia, deberá repetir las dos tiradas que hizo el escritor, debiendo igualarlas para conseguirlo, si bien con un matiz importante: El DJ le indicará que tire por la segunda Habilidad sin permitir al jugador saber, de entrada, por cual está tirando.
Es decir, que el PJ buscará, además de un orden o repetición que le ayude a entender el código, unos términos o motivos que le ayuden a traducirlo, sin saber cuáles pueden ser estos últimos. ¿Nombres angélicos? ¿Símbolos alquímicos? ¿Palabras en algún idioma ajeno, o por el contrario combinaciones de letras más o menos aleatorias que fingen serlo?
Si se utiliza una Habilidad Esteganografía, se utilizará para sustituir estas tiradas, siendo necesario realizar sólo una tirada para poner en clave un mensaje o para traducirlo.
Un círculo de espías.
Algunos PNJs que pueden formar parte de esa organización.
· El descifrador. (PNJ).
Intelectual perteneciente al cuerpo de la Universidad local, de mentalidad humanista y gran interés por el conocimiento, este profesor se considera también idealistamente fiel a su república (o a su príncipe), así que tras saber que su lealtad y habilidad habían llamado la atención del Maestro Espía del país, inmediatamente aceptó ponerse a su servicio. Es quien dirige el pequeño grupo que lleva a cabo el cifrado o descifrado de los mensajes que han de salir de la cabeza de la organización, o llegar hasta ella y, debido a su discreción y a su poca personalidad, la última persona en quien nadie sospecharía.
Personalidad: Dependiente, Discreto. Objetivos: Agradar mediante su trabajo.
Empatía Mediocre, Cultura local (lugar de la partida) Mediocre, Fortaleza Mediocre, Fuerza de Voluntad Buena, Nadar Pobre, Orientación Mediocre, Redaños Normal, Sigilo Normal, Trepar Pobre.
Agudeza/Percepción Mediocre, Atractivo/Carisma Mediocre, Dineros Normal, Diplomacia Normal, Elocuencia Mediocre, Etiqueta Normal, Falsificar Muy Bueno, Investigación Muy Bueno, Luces/Inteligencia Normal, Subterfugio Bueno.
Latín Excepcional, Alquimia Mediocre, Cábala Normal, Ciencias Muy Bueno, Hermética Bueno, Teología Normal.
Ventajas: Leer y Escribir, evidentemente. Desventajas: Secreto (Es un espía).
Equipo: Ropas dignas, un puñal (no sabe utilizarlo), una camisa acolchada (que se pondría, oculta, sólo en caso de que su vida estuviera en peligro), un bastón de paseo, libros de consulta, escritorio completamente equipado, bolsa de terciopelo con 70 reales de plata.
· El agente de campo experimentado (PNJ).
Reclutado entre los peores asesinos a sueldo de las Italias por el ejército imperial, este peligroso agente no está adscrito a ninguna bandera ni regimiento, sino que se mueve de una ciudad a otra, de un reino a otro, según le ordenen y siempre solo, despreciado por los soldados que deban saber quién es (lo cual no implica conocer su verdadera identidad) tanto como por los superiores que le recompensan. Es un maestro del ocultamiento y el disfraz y un experto eliminador, empleado en labores tales como investigar por su cuenta algún asunto delicado, interceptar un mensaje secreto o acabar con un espía enemigo. Puede ser uno de los más desagradables antagonistas que se encuentren los PJs, quienes deberían llegar a odiarle.
Personalidad: Profesional, sádico. Objetivos: Cumplir su misión y desaparecer.
Habilidades: Empatía Normal, Esquivar Normal, Cultura de Milán Bueno, Fortaleza Normal, Fuerza de Voluntad Normal, Nadar Mediocre, Orientación Normal, Redaños Normal, Sigilo Muy Bueno, Trepar Muy Bueno.
Acrobacias Muy Bueno, Agudeza/Percepción Bueno, Atractivo/Carisma Mediocre, Cabalgar Mediocre, Callejeo Normal, Cerrajería Normal, Cultura local (lugar de la partida) Mediocre, Dineros Mediocre, Intimidación Bueno, Investigación Muy Bueno, Lanzar Muy Bueno, Luces/Inteligencia Normal, Robar Normal, Subterfugio Muy Bueno, Táctica Mediocre, Tortura Normal.
Idiomas: Castellano, Francés, Alemán, todos Normal. Friulano y Veneciano, ambos Mediocre.
Ballesta Normal, Cuchillos Excepcional, Pelea Bueno.
Ventajas: Leer y Escribir.
Combate:
Factor de Daño y Resistencia: 0
Dagas (lleva 2): +2 (Total +2), Estilete: +1(Total +1).
Ropa acolchada: F de Resistencia +1 (Total +1).
Equipo inicial: Ropas humildes, capa, ganzúas, garfio con 20 metros de cuerda.
· Abate Tritemius (PNJ).
Si la historia tiene lugar antes de 1516, los PJs tendrán acaso posibilidad de conocerle. Miembro en su juventud de una sociedad secreta iniciática, la Sodalitas Celtica, Johann von Heidenberg fue aceptado en el monasterio benedictino de Sponheim, cercano a su ciudad natal de Trittenheim, a la que le debe su sobrenombre. Elegido abad al año siguiente, se entregó con denuedo a imponer el orden en aquella casa, que halló empobrecida, y al cabo de unos años su gestión la había restaurado completamente. Mientras se preocupaba porque los hermanos recuperaran su labor de copia de manuscritos, él continuaba sus estudios en todos los campos del ocultismo, y desarrollaba una preocupación especial por la aritmosofía, y con ella por la lógica, las cifras y el lenguaje.
No pasaron sus estudios desapercibidos, ya que recibía la visita tanto de sabios como de curiosos, algunos de los cuales extendieron imprudentemente el rumor de la maestría en la magia de Tritemius, lo que le valió, incluso, ser convocado por el emperador Maximiliano. Éste le sometió a una prueba que determinara su posible herejía o su inocencia, prueba que superó con bien... Pasando a ser uno de los mayores colaboradores del Emperador en materia de criptografía y espionaje y, según se rumorea, en un consejero en temas ocultos, merced a alguna demostración privada de sus poderes sobrenaturales. El mismo año su política en la abadía le causó algunos problemas con los hermanos, por lo que fue nombrado prior del monasterio de San Jacobo de Würzburg, transladándose allí a continuar sus estudios.
Con el paso de los años, el abate Tritemius se ha ido volviendo más elusivo y solitario, y ha alcanzado una gran erudición. Es autor de libros de teología como el Liber Octo Cuestionum en el que explica las preguntas de fe a las que fue sometido por el Emperador, o el De Septem Secundieis sobre las inteligencias angélicas (en unos términos que el experto en la Habilidad Hermética sabrá relacionar con la tracidión gnóstica), pero también de una gran obra no publicada, Antipalus Maleficorum Comprehensus, en la que condena la Magia Negra y diserta en profundidad sobre las distintas vertientes de la ciencia oculta. Por supuesto, continúa resolviendo dudas relacionadas con la esteganografía y actuando como consejero en tales materias, motivo por el cual no sería raro que los PJs debieran hacerle alguna visita, en caracter de consultores...
Personalidad: Autoritario, Comprensivo, Solitario.
Pasiones: Magia, Estudio.
Objetivos: Conocimiento metafísico y ocultista, Salvación de su alma.
Habilidades principales: El abate Tritemio tiene un conocimiento Excepcional del Latín, la Cábala, las Ciencias y la Hermética, así como Muy Bueno de las Habilidades Investigación y Teología, y Bueno de la Alquimia. Es un hombre ceñudo y a veces intransigente, aunque tolerante con las ideas y abierto de miras, que conoce bien el alma humana. Por lo demás, es un clérigo sedentario, con algo de sobrepeso y no muy buena salud, y parece algo mayor de lo que es.
Y a todo esto...
...Ahora que lo pienso, una idea vuelve a mí continuamente. ¿Seguirá existiendo el Ajedrez Mágico? ¿Y de ser así, en manos de quién estará?
¿Cómo trasladar todo este asunto al sistema de tiradas? Una partida en la que se incluya como parte importante mensajes secretos tendrá seguramente por protagonistas a PJs muy interesados en el tema, así que es necesario un sistema que rija la manera de cifrar y descifrar mensajes. Hay dos posibilidades: Una, utilizar las Habilidades Luces/Inteligencia o Investigación (u otra que pueda considerarse oportuna de la lista ya publicada, que puede consultarse en esta entrada), o bien incluir una Habilidad "Esteganografía", si la partida va a estar verdaderamente centrada en el tema.
Debe considerarse en cualquier caso que la Dificultad para que los PJs descifren un mensaje encontrado o interceptado puede ser variable, y de hecho dependerá de la "necesidad" narrativa de que los PJs lo puedan desentrañar solos y sin ayuda o no, pues a fin de cuentas puede utilizarse el asunto como motor de una historia y no sólo como una dificultad añadida a la trama.
Si el caso es el segundo y se quiere que los PJs puedan cifrar y descifrar mensajes por su cuenta con libertad, existe una posibilidad que puede complicar el sistema mínimamente, pero que puede merecer la pena: Al escribir un mensaje en clave, un personaje (PJ o PNJ) deberá hacer dos tiradas, la primera de Investigación y la segunda de aquella Habilidad en la que esté basada la clave que utilice, a definir entre jugador y DJ entre algún Idioma (incluído el Latín), Alquimia, Cábala, Ciencias, Hermética o Teología. El resultado de ambas tiradas se apuntará.
Si un personaje recibe el mensaje y conoce la clave tardará un rato en descifrarlo, pero podrá hacerlo sin tirada alguna. Si por el contrario el mensaje cae en manos de un PJ o PNJ que intenta desentrañar su contenido por cuenta propia, deberá repetir las dos tiradas que hizo el escritor, debiendo igualarlas para conseguirlo, si bien con un matiz importante: El DJ le indicará que tire por la segunda Habilidad sin permitir al jugador saber, de entrada, por cual está tirando.
Es decir, que el PJ buscará, además de un orden o repetición que le ayude a entender el código, unos términos o motivos que le ayuden a traducirlo, sin saber cuáles pueden ser estos últimos. ¿Nombres angélicos? ¿Símbolos alquímicos? ¿Palabras en algún idioma ajeno, o por el contrario combinaciones de letras más o menos aleatorias que fingen serlo?
Si se utiliza una Habilidad Esteganografía, se utilizará para sustituir estas tiradas, siendo necesario realizar sólo una tirada para poner en clave un mensaje o para traducirlo.
Un círculo de espías.
Algunos PNJs que pueden formar parte de esa organización.
· El descifrador. (PNJ).
Intelectual perteneciente al cuerpo de la Universidad local, de mentalidad humanista y gran interés por el conocimiento, este profesor se considera también idealistamente fiel a su república (o a su príncipe), así que tras saber que su lealtad y habilidad habían llamado la atención del Maestro Espía del país, inmediatamente aceptó ponerse a su servicio. Es quien dirige el pequeño grupo que lleva a cabo el cifrado o descifrado de los mensajes que han de salir de la cabeza de la organización, o llegar hasta ella y, debido a su discreción y a su poca personalidad, la última persona en quien nadie sospecharía.
Personalidad: Dependiente, Discreto. Objetivos: Agradar mediante su trabajo.
Empatía Mediocre, Cultura local (lugar de la partida) Mediocre, Fortaleza Mediocre, Fuerza de Voluntad Buena, Nadar Pobre, Orientación Mediocre, Redaños Normal, Sigilo Normal, Trepar Pobre.
Agudeza/Percepción Mediocre, Atractivo/Carisma Mediocre, Dineros Normal, Diplomacia Normal, Elocuencia Mediocre, Etiqueta Normal, Falsificar Muy Bueno, Investigación Muy Bueno, Luces/Inteligencia Normal, Subterfugio Bueno.
Latín Excepcional, Alquimia Mediocre, Cábala Normal, Ciencias Muy Bueno, Hermética Bueno, Teología Normal.
Ventajas: Leer y Escribir, evidentemente. Desventajas: Secreto (Es un espía).
Equipo: Ropas dignas, un puñal (no sabe utilizarlo), una camisa acolchada (que se pondría, oculta, sólo en caso de que su vida estuviera en peligro), un bastón de paseo, libros de consulta, escritorio completamente equipado, bolsa de terciopelo con 70 reales de plata.
· El agente de campo experimentado (PNJ).
Reclutado entre los peores asesinos a sueldo de las Italias por el ejército imperial, este peligroso agente no está adscrito a ninguna bandera ni regimiento, sino que se mueve de una ciudad a otra, de un reino a otro, según le ordenen y siempre solo, despreciado por los soldados que deban saber quién es (lo cual no implica conocer su verdadera identidad) tanto como por los superiores que le recompensan. Es un maestro del ocultamiento y el disfraz y un experto eliminador, empleado en labores tales como investigar por su cuenta algún asunto delicado, interceptar un mensaje secreto o acabar con un espía enemigo. Puede ser uno de los más desagradables antagonistas que se encuentren los PJs, quienes deberían llegar a odiarle.
Personalidad: Profesional, sádico. Objetivos: Cumplir su misión y desaparecer.
Habilidades: Empatía Normal, Esquivar Normal, Cultura de Milán Bueno, Fortaleza Normal, Fuerza de Voluntad Normal, Nadar Mediocre, Orientación Normal, Redaños Normal, Sigilo Muy Bueno, Trepar Muy Bueno.
Acrobacias Muy Bueno, Agudeza/Percepción Bueno, Atractivo/Carisma Mediocre, Cabalgar Mediocre, Callejeo Normal, Cerrajería Normal, Cultura local (lugar de la partida) Mediocre, Dineros Mediocre, Intimidación Bueno, Investigación Muy Bueno, Lanzar Muy Bueno, Luces/Inteligencia Normal, Robar Normal, Subterfugio Muy Bueno, Táctica Mediocre, Tortura Normal.
Idiomas: Castellano, Francés, Alemán, todos Normal. Friulano y Veneciano, ambos Mediocre.
Ballesta Normal, Cuchillos Excepcional, Pelea Bueno.
Ventajas: Leer y Escribir.
Combate:
Factor de Daño y Resistencia: 0
Dagas (lleva 2): +2 (Total +2), Estilete: +1(Total +1).
Ropa acolchada: F de Resistencia +1 (Total +1).
Equipo inicial: Ropas humildes, capa, ganzúas, garfio con 20 metros de cuerda.
· Abate Tritemius (PNJ).
Si la historia tiene lugar antes de 1516, los PJs tendrán acaso posibilidad de conocerle. Miembro en su juventud de una sociedad secreta iniciática, la Sodalitas Celtica, Johann von Heidenberg fue aceptado en el monasterio benedictino de Sponheim, cercano a su ciudad natal de Trittenheim, a la que le debe su sobrenombre. Elegido abad al año siguiente, se entregó con denuedo a imponer el orden en aquella casa, que halló empobrecida, y al cabo de unos años su gestión la había restaurado completamente. Mientras se preocupaba porque los hermanos recuperaran su labor de copia de manuscritos, él continuaba sus estudios en todos los campos del ocultismo, y desarrollaba una preocupación especial por la aritmosofía, y con ella por la lógica, las cifras y el lenguaje.
No pasaron sus estudios desapercibidos, ya que recibía la visita tanto de sabios como de curiosos, algunos de los cuales extendieron imprudentemente el rumor de la maestría en la magia de Tritemius, lo que le valió, incluso, ser convocado por el emperador Maximiliano. Éste le sometió a una prueba que determinara su posible herejía o su inocencia, prueba que superó con bien... Pasando a ser uno de los mayores colaboradores del Emperador en materia de criptografía y espionaje y, según se rumorea, en un consejero en temas ocultos, merced a alguna demostración privada de sus poderes sobrenaturales. El mismo año su política en la abadía le causó algunos problemas con los hermanos, por lo que fue nombrado prior del monasterio de San Jacobo de Würzburg, transladándose allí a continuar sus estudios.
Con el paso de los años, el abate Tritemius se ha ido volviendo más elusivo y solitario, y ha alcanzado una gran erudición. Es autor de libros de teología como el Liber Octo Cuestionum en el que explica las preguntas de fe a las que fue sometido por el Emperador, o el De Septem Secundieis sobre las inteligencias angélicas (en unos términos que el experto en la Habilidad Hermética sabrá relacionar con la tracidión gnóstica), pero también de una gran obra no publicada, Antipalus Maleficorum Comprehensus, en la que condena la Magia Negra y diserta en profundidad sobre las distintas vertientes de la ciencia oculta. Por supuesto, continúa resolviendo dudas relacionadas con la esteganografía y actuando como consejero en tales materias, motivo por el cual no sería raro que los PJs debieran hacerle alguna visita, en caracter de consultores...
Personalidad: Autoritario, Comprensivo, Solitario.
Pasiones: Magia, Estudio.
Objetivos: Conocimiento metafísico y ocultista, Salvación de su alma.
Habilidades principales: El abate Tritemio tiene un conocimiento Excepcional del Latín, la Cábala, las Ciencias y la Hermética, así como Muy Bueno de las Habilidades Investigación y Teología, y Bueno de la Alquimia. Es un hombre ceñudo y a veces intransigente, aunque tolerante con las ideas y abierto de miras, que conoce bien el alma humana. Por lo demás, es un clérigo sedentario, con algo de sobrepeso y no muy buena salud, y parece algo mayor de lo que es.
Y a todo esto...
...Ahora que lo pienso, una idea vuelve a mí continuamente. ¿Seguirá existiendo el Ajedrez Mágico? ¿Y de ser así, en manos de quién estará?
1 Voces se alzan :
Me están encantando las entradas sobre espionaje, que pena que ahora mismo no tenga ocasión de aprovecharlas
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